África es un destino poco usual para la mayoría de los turistas de todo el mundo. Su lejanía, poca infraestructura y el coste de las vacaciones, hacen del continente negro un lugar con visitantes de cierto poder adquisitivo. No obstante, si uno tiene la oportunidad de viajar a ella, sin duda es una buena elección. Países como Namibia están apostando cada vez más por el turismo como fuente de ingresos para el país.
En Namibia podemos ir a Windhoek y a sus alrededores. El centro de la capital del país se estructura alrededor de la avenida de la Independencia, ubicación que posee un aire colonial. Allí podemos destacar la iglesia luterana de Christus, el Parlamento, el Museo Estatal ubicado en una fortaleza y el parque Verwoerd, lugar curioso donde se exponen 33 meteoritos. En el Centro Nacional de Artesanías podremos comprar artículos a buenos precios.
Otra visita que podemos hacer en Namibia es el Parque Nacional Namib-Naukluft, reserva donde destacan las dunas rojas de Sossuvlei, las más grandes y antiguas de todo el mundo, así como los montes de Naukluft. Una buena y original forma de contemplar las montañas puede ser en un globo aerostátivo, experiencia extraña y animada. Se trata de un Parque Nacional situada al sur del país, cerca de Lüderitz, un antiguo enclave minero de aires alemanes.
Damaraland, región ubicada al norte de Windhoek es el típico lugar donde podemos ver paisajes desérticos y una gran fauna que incluye la cebra de montaña y el elefante del desierto. Se trata de un lugar habitado por la etnia de los damaras y sus atractivos naturales son los macizos de Erongo y Spitskoppe.
Pero quizás el lugar más conocido de Namibia es la costa de los esqueletos. Después de visitar Swakopmund y Walvis Bay, esta última con un excelente humedal donde observar aves marinas, podemos llegar a la solitaria Costa de los Esqueletos, una impresionante franja de costa con grandes y extensas dunas ente los que podemos descubrir una mezcla de barcos naufragados y esqueletos de ballenas, todo un sitio para hacer volar la imaginación.
Foto Vía: Verdi