¿A qué nos apetece una isla? pues las Islas Baleares no son sólo para el verano, sino para gozarlas durante todo el año. Su historia y gran patrimonio nos desvelan una gran riqueza protagonizada por playas de película.
Mallorca es, sin duda, la isla más pobladas y turísticas. En los viajes a Islas Baleares, Palma de Mallorca, la capital, se define por amplios paisajes, playas y su club náutico, muy exclusivo al que suele acudir la familia real en diversos meses del año.
Pero Palma también es arquitectura. La catedral es protagonista, con un imponente edificio gótico que puede verse desde prácticamente todos los rincones de la ciudad al estar en lo alto y junto al mar.
También hallamos palacetes y casas señoriales modernistas y con detalles medievales, muy características en toda la isla, especialmente en su interior, con casas amplias y completas con jardines y hasta piscinas, hoy reformadas para celebrar toda clase de eventos.
De una isla más calmada pasamos a Ibiza. La diversidad recorre la isla con toda clase de eventos, espectáculo, shows y fiestas nocturnas. Ha dejado de ser lugar de visita veraniego para estar ocupado por turistas y ciudadanos en todos los meses que buscan pasarlo bien, y a la vez, vivir relajadamente al lado de sus calas y lugares algo más recónditos.
Menorca está siendo la preferida de los turistas en los últimos años. Y no es de extrañar porque nos deja calas casi vírgenes y rincones por explorar, siendo una de las más bellas. Podemos practicar algunos deportes náuticos, como la espeleología y adentrarnos en cuevas llenas de estalactitas, rocas, agua y un gran encanto.
Además de estos rincones, tanto Ciutadella como Mahó ofrecen una arquitectura balear única. De la primera, su catedral es también muy destacable mientras que de la segunda su queso de DO nos deja platos muy sabrosos.
Foto: jf1234
