Dougga es una pequeña ciudad en Túnez que alberga quizás los mejores restos romanos que se conservan de todo el continente africano. Se trata de un fascinante rincón que nos trasladará a más de 1800 años atrás, una sugerente puerta de entrada hacia la vida cotidiana en la antigüedad. El lugar fue ocupado por la población local hasta 1950, cuando se les pidió que desalojaran la zona para preservar las ruinas. En ella hay mucho que ver y muchas sorpresas que encontrar.
Dougga se halla a unos 100 kilómetros al oeste de la capital de Túnez. Hay transporte público para llegar hasta aquí, aunque la mayoría de los turistas lo que hacen es usar un taxi compartido, o como se dice por aquí, louage, muy habitual en este país para trasladarse de una ciudad a otra. El punto de partida suele ser, en las ciudades pequeñas, cualquier estación de autobuses. En la ventanilla nos indicarán qué coche podemos coger, y veréis cómo mucha gente se dispone a tomar taxis de este tipo. Los precios suelen ser fijos y muy baratos.
El primer monumento que vemos al llegar a Dougga es el Teatro. Construido en el año 188, tiene capacidad para unas 350 personas. Durante el Festival de Verano en Dougga, en julio y agosto, se representan obras clásicas. Se asienta sobre una colina con vistas a la campiña y los paisajes de alrededor.
Otro de los más impresionantes edificios que podemos ver aquí es el Capitolio, quizás de los monumentos más bellos de toda Túnez. La inscripción tallada en el pórtico indica que se dedicó a los dioses Júpiter, Juno y Minerva. La estatua de Juno es enorme y se asienta en el medio del edificio.
Además, veremos hasta once templos romanos, incluyendo el Capitolio, así como calles y casas con hermosos pisos de mosaico perfectamente conservados. Hay un maravilloso sistema de cisternas que proporcionaban agua a la ciudad de Dougga. Están en tan perfectas condiciones que hoy en día se han acondicionado como almacenes.
Hay mucho que ver en Dougga, así que probad vosotros mismos a daros un paseo por el lugar. Un buen plan, sin duda, es caminar por nuestra cuenta antes incluso de contratar un guía. Os encontraréis grandes sorpresas. Incluso, si me lo permitís, una escultura de un pene que indicaba en la antigüedad el camino al burdel romano. Y es que Dougga será un lugar para no perderse en vuestra visita a Túnez.
Foto: Fuente Sunnywaytravel