Copenhague es una capital europea en todos los sentidos, acogiendo alguno de los mejores ejemplos de arte e historia escandinava. Muchos de los tesoros culturales daneses viven en los museos de Copenhague. Recorrer la ciudad en bici y disfrutar de los atardeceres de verano en su bahía, son dos de las muchas actividades que podemos hacer después de visitar varios de sus museos.
El Museo Nacional de Dinamarca alberga documentos de la historia cultural del país. Se ubica en una mansión del siglo XVII en el centro de Copenhague, y en su momento albergó a la realeza danesa. Aquí se guardan hoy piezas de los últimos 10.000 años en Dinamarca y Escandinavia. El museo ofrece grandes exposiciones y se puede recorrer perfectamente en una hora. Pasaremos por la prehistoria y el renacimiento danés, la edad media y la historia moderna. Además la entrada es gratuita.
Aunque parezca extraño, el Museo Glyptotek alberga una de las mayores colecciones de esculturas griegas, romanas, fenicias y etruscas, heredada de un coleccionista danés hace muchos años. Con un gran atrio abierto en el centro y grandes salas de exposiciones nos encontraremos con objetos egipcios, antiguos grabados y estatuas romanas de mármol.
Si bien se trata de arte clásico, el Museo Glyptotek se organiza y se presenta con un claro toque modernista. También hay arte y esculturas de famosos artistas del renacimiento europeo. La entrada es libre un día a la semana y se halla muy cerca de los Jardines del Tívoli.
El Museo al Aire Libre de Copenhague es digno de ver. Está situado al norte de la ciudad y alberga muchos e interesantes edificios, desde granjas hasta molinos de viento de diferentes épocas en la historia agrícola danesa. La visita a este museo es una experiencia encantadora, ya que está situado alrededor de un impresionante paisaje y cada rincón revela un nuevo edificio.
Todos los edificios son auténticos y fueron trasladados al museo desde sus lugares de origen, que abarcaban toda Dinamarca y los antiguos territorios daneses en el sur de Suecia y en el norte de Alemania. La entrada a este museo es gratuita y ofrece una gran experiencia cultural.
El Museo Danés de la Música ofrece una interesante guía a través de la historia de la música europea, con una colección fantástica de instrumentos musicales. Se sitúa cerca de los jardines de Rosenborg Castle, y se centra en el período comprendido entre el renacimiento y el comienzo del siglo XX. El museo ofrece visitas guiadas en varios idiomas y tiene un espacio para que los niños puedan jugar y descubrir los instrumentos musicales en «Juega con el sonido».
Por último nos acercamos al Museo de los Niños, dedicado enteramente a ellos. Podrán aprender la historia de los vikingos y sus antepasados daneses, vistiéndose como los antiguos moradores del país. Se recomienda para niños menores de 12 años.
Foto 1: Vía E-architect
Foto 2: Vía Unlike
