Hermosa y pintoresca, orientada hacia la bahía de Nápoles y de cara al Vesubio, a pocos kilómetros de la preciosa y singular Costa Amalfitana, Sorrento es uno de esos sueños que parecen haber surgido del mar. Una ciudad única de la Campania, de hoteles lujosos y tiendas exclusivas, yates en su puerto deportivo y mucho glamour.
Pero Sorrento cada vez más es un destino de vacaciones abierto a cualquier turista. Si queréis ver ofertas de MSC Cruceros os daréis cuenta que es uno de los principales puertos para este tipo de turismo. Desde aquí hay numerosas posibilidades algo más baratas que la propia Sorrento. Apenas unos quince kilómetros hacia el norte, por ejemplo, aparece la pequeña villa de Vico Equense, uno de esos lugares de postal para irnos de vacaciones.
Sin ir más lejos es elegida en muchas ocasiones como escenario de reportajes fotográficos. Muchos diseñadores han venido hasta aquí y se han quedado completamente prendados de ella. Rincones tan notables como la Iglesia de la Trinidad de los pescadores, la Plaza de Marina di Vico o su pequeña playa llena de barquitas son algunos de los grandes atractivos.
Vico Equense se asienta en lo alto de una colina. Su cercanía con Sorrento le ha provocado que aún sea un destino realmente tranquilo para lo que se lleva por aquí. Así resulta todo un placer pasear por sus pequeñas callejuelas, sentarnos en alguna terraza de la Plaza Umberto I y disfrutar con la vista de la Iglesia de la Anunciación, el único edificio religioso de estilo gótico situado en la península de Sorrento.
El origen de este templo hay que buscarlo en el siglo XIV, aunque el aspecto actual es barroco y data del XVII. Muy llamativa su fachada de color rosa y blanco.
Si seguimos callejeando por la ciudad llegaremos al Palacio Municipal, que alberga una magnífica colección de piezas arqueológicas de los siglos V y VII a.C. Otro museo de interés es el Museo Mineralógico, en donde podemos ver más de cinco mil rocas, fósiles y extractos de meteoritos diferentes.
Desde la playa de Vico Equense pueden verse los típicos casali situados en la cima de las colinas que rodean la ciudad. Son viejos caseríos que se han mantenido completamente intactos a lo largo de los siglos y nos descubren el modo de vida de los antepasados de este lugar. Lo más recomendable es tomar un coche y visitarlos, para así también poder llegar hasta la Capilla de Santa Lucía. Una vez aquí hay un corto camino a pie hasta el Monte Faito o el mirador del Castillo de Santa María.
Lo que sí es cierto es que Vico Equense es una pequeña ciudad un tanto desconocida para el turista a pesar de su cercanía con Sorrento. La mayoría prefiere quedarse en esta última sin percatarse de que, a pocos kilómetros de allí, se puede disfrutar de joyas como esta.
Foto Vía Los Viajeros