Argentina es un país enorme. Nosotros apenas teníamos una semana para visitarlo, y ya me dijeron que me iba a resultar casi imposible conocerlo todo. Aún así estuvimos durante varias semanas preparando nuestro recorrido para intentar abarcar los principales lugares de interés. A decir verdad es muy difícil ver todo lo que quisieras de Argentina en una semana, pero sí que pudimos darnos un buen viajecito.
Reservamos nuestros vuelos low cost y allá que nos dirigimos. Llegamos al Aeropuerto de Buenos Aires y rápidamente fuimos hasta nuestro hotel. Nos esperaba una ciudad alegre, jovial, una ciudad de calles angostas y largas avenidas. Tal vez lleguéis a la hora perfecta para buscar un buen restaurante y degustar vuestro primer asado argentino. Toda una delicia.
Nosotros, al llegar tarde, dejamos la visita a la ciudad para el siguiente día. El tour por Buenos Aires nos debe llevar a algunos rincones emblemáticos como el edificio del Parlamento, la Plaza de Mayo, la Casa Rosada, la Catedral Metropolitana y el Cabildo Colonial. Un paseo por la Avenida 9 de Julio nos ha de llevar a ver el Teatro Colón, posiblemente de las mejores óperas del mundo.
No olvidaros del barrio de San Telmo, el de la Boca, Puerto Madero, el Retiro y Palermo. Por último, hay que acercarse hasta Recoleta, con sus cafés, tiendas y restaurantes. Y para cenar y llevaros un hermoso recuerdo de Buenos Aires, os recomiendo la Esquina Carlos Gardel, en el barrio de Abasto, donde por las noches celebran espectáculos de tango en directo.
El tercer día pusimos rumbo en avión hasta Puerto Madryn, situado a 1.400 kilómetros al sur de la capital argentina. Allí nos encontramos con la hermosura espectacular de la Península de Valdés. Os recomiendo alguno de los hoteles que tienen vistas al mar, ya que posiblemente desde la terraza véais las ballenas en medio del océano. Por lo demás, hay que darse una vuelta por el centro de Puerto Madryn.
El cuarto día lo dedicamos a visitar la Península de Valdés y Puerto Pirámide, a menos de una hora en coche. La naturaleza nos tiene aquí deparado un escenario fascinante leones marinos, lagos salados y un hermoso faro. Si tenéis la suerte de viajar entre los meses de junio y diciembre también avistaréis una gran cantidad de ballenas.
El quinto día ponemos rumbo a Ushuaia, uno de los lugares más remotos y hermosos de la Patagonia argentina. Ushuaia es la ciudad más austral del mundo. Hay que levantarse tempranito para viajar en avión de la Península de Valdés hasta Ushuaia. Os recomiendo allí reservar alguno de los hoteles que se encuentran mirando hacia el Canal de Beagle.
Nada más llegar, y el sexto día, lo dedicamos a visitar el Parque Nacional de Tierra del Fuego y el Canal de Beagle. El parque nacional, con sus 240 hectáreas, es uno de los más hermosos de Sudamérica. De allí lo mejor es tomar un crucero por el Canal de Beagle, llegando a las Islas Bridge. Las vistas son espectaculares, tanto que puede verse incluso Chile.
El último día reservamos un vuelo rápìdo al Calafate para ver, al menos por unas horas, el Glaciar del Perito Moreno, una auténtica maravilla de hielo.
Foto Vía Happytellus