Una de las maneras más interesantes de movernos por Lisboa y subir hasta sus colinas son los tres funiculares y el elevador que operan en la ciudad. Los funiculares de Lisboa son, además de un medio de transporte, una obra maestra de la ingeniería y una opción obligada si estáis de turismo en Lisboa.
Lo primero de todo es reservar nuestros hoteles baratos en Lisboa. Una vez conseguido esto podemos empezar a conocer los elevadores y funiculares de la ciudad. El primero que vamos a visitar es el Elevador de Santa Justa, situado en el centro de la Baixa Lisboa. Este gigante de acero fue construido en 1902.
Puede llevar un total de 20 personas desde la Rua do Ouro hasta el Convento do Carmo. En el funicular de vuelta sólo pueden bajar quince personas de una vez. Tal vez su diseño os parezca similar a la Torre Eiffel de París, ya que fue construido por un alumno de Gustave Eiffel. En la cima hay un café y unas magníficas vistas de Lisboa.
Pasamos ahora al Elevador da Gloria, un funicular de color amarillo y con unas curiosas pintadas de graffiti. Está situado en la Plaza Restauradores, justo a la vuelta de la esquina de la oficina de turismo del Palacio Foz. Este funicular nos lleva al Mirador de San Pedro de Alcántara, un lugar especial para hacer muy buenas fotos de Lisboa.
El Elevador da Bica es tal vez el menos conocido, pero para mi gusto el más divertido. Os llevará desde la Rúa da Moeda, detrás de la Ribeira, hasta el Barrio Alto. Atraviesa un laberinto de callejuelas y casas antiguas. La parada tiene lugar en el Mirador de Santa Catalina, desde donde se puede admirar el río y los muelles.
El último de todos es el Elevador da Lavra, que va desde el Largo da Anunciada, cerca de la Avenida de la Liberdade, hasta la Travessa do Torel. Se puede hacer un pequeño paseo hasta el Jardim do Torel para obtener muy buenas vistas de Lisboa.
Si estáis de turismo en Lisboa no os puede faltar ni mucho menos un viaje a través de cualquiera de estos funiculares.
Foto Vía Angiegt