Color, color y más color; esa es la palabra que define mejor a una ciudad como Valparaíso. Muy fácil de reconocer, tiene una estructura tan peculiar y diferente que no tendréis lugar a dudas sobre dónde os encontráis. Llena de cuestas y colores, de rincones encantadores y vida tranquila, Valparaíso es una ciudad que no se olvida jamás.
Esta bello lugar de Chile tiene apenas 300.000 habitantes y se divide en dos zonas: por una parte tenemos los Cerros de Valparaíso (que son unos 45) y por otra está la zona conocida como El Plan.
Visitar los cerros de Valparaíso es la mejor manera de conocer la interesante arquitectura colonial de la ciudad, mezcla de influencias inglesas, francesas y alemanas. Los cerros más famosos entre los visitantes son Cerro Alegre (llamado así por su colorido), Cerro Artillería, Cerro Barón, Cerro Bellavista, Cerro Concepción y Cerro Playa Ancha. El Casco Histórico (Cerro Alegre y Cerro Concepción) fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2003.
En estos cerros os encontraréis con infinidad de museos, callecitas, paseos y plazas dignos de admiración. Entre los museos destacan La Sebastiana, la que fuera casa del escritor Pablo Neruda, el Museo Municipal de Bellas Artes y el Museo a Cielo Abierto (arte urbano en los muros del Cerro Bellavista).
En la zona de El Plan se sitúa la parte comercial y empresarial de la ciudad, además del Congreso Nacional y el puerto, donde están ubicados los bares y hoteles en los que antiguamente se hospedaban los marineros; un lugar lleno de encanto.
Valparaíso tiene muchísimos rincones y ambientes secretos (y no tan secretos) para conocer; todo queda en las ganas de aventura y sorpresa que tenga el viajero que, esperamos, sean muchas.
Foto: Flickr