Posiblemente ir de safari a Kenia sea una de las experiencias de vacaciones más excitantes y exóticas que se puedan vivir; es mucho más que unas simples vacaciones, es explorar el lugar exacto de los orígenes del hombre, es poder contemplar en su hábitat aquellos animales salvajes de nuestras fantasías infantiles. Leones, leopardos, jirafas y tantos otros, habitantes de las interminables estepas de África.
Si bien es cierto que unas vacaciones en África estarán marcadas por los animales, hay mucho más para conocer y disfrutar en este exótico país, aparte de la sabana y la cosa salvaje de las tierras altas. Para comenzar te recomiendo por lo menos un par de días en Nairobi, la capital de Kenia, ciudad de contrastes y llenas de colorido. Si te interesa la historia no te pierdas visitar la casa de Karen Blixen, la célebre autora de “Memorias de África”.
Otros lugares imperdibles en Nairobi son los santuarios de animales, especialmente el de los elefantes y el de las jirafas, donde te divertirás viendo corretear a los cachorros. Si te puedes permitir el lujo de contratar un buen guía, pide que te enseñen la ciudad y apreciar con calma la gran cantidad de maravillas históricas, culturales y naturales que encierra, para que te empapes de cómo es vivir en Kenia
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Pero claro, Nairobi no es todo, el auténtico placer está en ir de safari o recorrer las tierras altas a conocer la vida salvaje y su entorno, pero no olvides que no estás viendo un documental de animalitos en la tv; estarás a una corta distancia de animales que si bien son encantadores, suponen un peligro para tu integridad si no respetas las indicaciones de los guías. Pero que esto último no te quite ni las ganas ni la emoción de tener casi al alcance de tus manos a salvajes leones, manadas de elefantes, leopardos, ñues, gacelas y toda la fauna salvaje del continente en su entorno, rodeado por un paisaje exuberante y silvestre de amplias praderas que se van perdiendo a los lejos en las distantes montañas.
El clima de Kenia es tropical en la costa y arido en el interior., donde se encuentran las tierras altas y las praderas. Anualmente hay dos estaciones de lluvias, la más larga de ellas entre abril y junio en la que llueve frecuentemente por las tardes y entre octubre y diciembre, esta áultima más suave que la primera.
La mejor época para visitar Kenia es entre junio y septiembre, ya que coincide con la temporada de las grandes migraciones animales, con cientos de miles de ellos viajando por la estepa. Realmente te sentirás como un realizador de National Geographic con tu cámara en mano, con los guías nativos llevándote a los mejores lugares para contemplar uno de los eventos naturales más espectaculares y grandiosos que puedes encontrar en nuestro planeta y todo allí, en frente de tus ojos.
Africa en dimensiones es un vasto continente, con la quinta parte de la superficie sólida del planeta contenida en su superficie, de los que más de medio millón de kilómetros cuadrados pertenecen a Kenia. Con estas dimensiones es fácil de entender que aquellas montañas que se ven a lo lejos desde la ventana de tu hotel sean muy, pero muy altas, incluyendo al mítico Kilimanjaro, la montaña más alta de África con más de 6.000 metros de altitud sobre el nivel del mar.
No dejes de ir a las montañas y empaparte de su belleza, en el Kilimanjaro encontrarás todos los climas del planeta en un solo lugar, desde la seca aridez de su base y las encantadoras zonas tropicales según subes, hasta los monumentales glaciares de su cima, cubierta de nieve durante todo el año… Y mientras contemplas la grandeza salvaje de África desde la cima, haz algunas llamadas desde tu móvil, ya que te encuentras en el punto de recepción de señal más alto del mundo.
Si aún tienes fuerzas y presupuesto no debes perderte la excursión para visitar el Great Rift Valley, 6.000 kilómetros de paisajes de ensueño. Para ir allí y disfrutarlo de verdad, sólo hay una forma, un vuelo local con un guía que te va describiendo desde la altura los detalles y la majestuosidad del imponente paisaje a tus pies. Algo que no olvidarás en mucho tiempo.
Visitar Kenia es disfrutar de contrastes, vida salvaje, costumbres exóticas y de muchos, pero muchos animales, una última cosa: No olvides levantar la cabeza para contemplar la inmensidad nocturna del cielo africano en el que, casi tocas las estrellas. Sin duda unas vacaciones en Kenia es lo máximo si buscas auténtica aventura, diversidad y encanto.