Una visita al milagro de Lourdes

Lourdes

El 11 de febrero de 1858, la Virgen se apareció a Bernadette Soubirous en una gruta del río Gave. Las apariciones se repitieron 17 veces más a varios niños durante el mes de julio. Desde entonces, el fenómeno religioso de Lourdes ha ido creciendo cada vez más. Con sus 230 hoteles, Lourdes ofrece casi tantos alojamientos como París. Los fieles y curiosos de todos los continentes vienen de viaje a Lourdes y se acercan a la iglesia, asisten a las procesiones y las tiendas de las calles estrechas de la ciudad. También hay una gran cantidad de bares.

Aquí hay turistas de todo tipo, desde aquellos que van por curiosidad como los que van en sentido religioso, o como promesa. Lourdes es una ciudad rodeada de un aura de tranquilidad y de bullicio. Podemos empezar nuestra visita cerca del Santuario, rodeado de grandes parques y una enorme explanada, un lugar muy tranquilo en comparación con el bullicio de la ciudad.

El Santuario es el corazón de Lourdes. A las 21.00 horas tiene lugar una enorme procesión con velas por la explanada del Santuario. Realmente es un espectáculo emocionante y espiritual. En un monte cercano, aparece el castillo iluminado de Lourdes. La verdad que, a esa hora, todo rodeado de montañas y con la luz de las velas, es algo que impacta muchísimo.

En las calles que llevan al santuario hay una gran cantidad de tiendas, un lugar para entretenerse. Todas ellas venden recuerdos de la Virgen de Lourdes, y de los niños a los que se les apareció. Podéis visitar la casa natal de Bernardette Soubirous, o caminar hasta el castillo y tener unas vistas maravillosas de la zona.

Para alojarnos podemos elegir el Grand Hotel Moderne, de cuatro estrellas, con habitaciones dobles a un precio de 90 euros, o bien el Grand Hotel de la Grotte, de cuatro estrellas, con habitaciones dobles a un precio de 60 euros. De tres estrellas tenemos el Hotel Saint Sauveur, a 50 euros la habitación doble.

Foto: Sacred Sites