Antes de explorar el Valle Sagrado y las maravillas de Macchu Picchu, hoy os queremos recomendar pasar unos días descubriendo las numerosas atracciones de la ciudad peruana de Cusco, la capital de los incas. Cusco es un magnífico lugar para relajarse y aclimatarnos a la altitud, rodeado de bellas tradiciones y un maravilloso paisaje montañoso.
Una tarde la tenéis que pasar bebiendo té de coca en alguno de los balcones de madera que rodean la Plaza de Armas. Relajados, observando las idas y venidas de los habitantes de Cusco y sus turistas.
Aunque pequeña, Cusco es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay muchas cosas que hacer y muchos lugares de interés por visitar. Podéis visitar el Museo de Arte Religioso de Santa Catalina, Qorikancha, un museo arqueológico, el Museo Histórico Regional, el Museo de Arte Popular, el Museo Municipal de Arte Contemporáneo y el Monumento a Pachacútec.
Se pueden ver todos los museos en un día, ya que no son demasiado grandes. En apenas 30 minutos se puede ver cada uno de ellos. No os perdáis los bailes del Centro Qosgo de Arte Nativo. La noche es ideal para escuchar música tradicional andina, que comienza en la mayoría de los bares a partir de las 19.00 horas.
Cómo llegar
Diariamente hay vuelos que parten desde el Aeropuerto Velazco Astete, que conectan Cusco con Lima, Arequipa y Puno. Los autobuses también unen todas estas ciudades a diario, con viajes hacia Puno al sur, y Arequipa al suroeste, camino a Lima, Hay un tren que une asimismo Cusco con Puno.
La forma más fácil de explorar el Valle Sagrado es contratando un taxi por un día. El alquiler del taxi cuesta unos 140 soles nuevos, aunque el precio puede variar y se puede negociar. Como alternativa al viaje, podéis combinar el viaje al Valle Sagrado de los incas con el tren a Macchu Picchu. Después de visitar Ollantaytambo, el tren pone rumbo hacia Macchu Pichhu, haciendo noche en Aguas Calientes, para llegar temprano a la ciudad de las nubes.
Foto: Vía Travelphoto