Barcelona es una ciudad fascinante que nos sorprende cada día. Ya no por su cantidad de eventos que se celebran durante el año, ni por su destacado modernismo, sino por su historia, que queda enclavada en el gótico o casco antiguo.
Hay miles de formas de llegar a la Ciudad Condal, ya sea por mar, tierra o aire, pero más ventajas ofrece alguno de los vuelos baratos que se existen hoy en día para volar con más rapidez y menor coste.
El Barrio Gótico, en el centro, es el más visitado por los turistas. Esconde magia, leyendas, historia y reune edificios antiguos, como la Catedral de Barcelona, de estilo gótico, inimaginables. Antes de adentrarse en el barrio, has de saber que el Ayuntamiento y Turismo de Barcelona realizan itinerarios a pie para recorrer los mejores lugares de esta zona con guías que dan explicaciones que resultan muy interesantes.
La emblemática Rambla hace de frontera entre lo gótico y lo más moderno. Si miramos al mar, la parte izquierda de esta importante calle nos deja callejuelas estrechas y rincones que recordar. Cortamos las Ramblas con la calle Ferrán (frecuentada por jóvenes en fines de semana por sus bares y restaurantes) y llegamos todo recto a la Plaza Sant Jaume. En ella se vislumbra el gótico más apasionado con dos edificios señoriales y muy importante para la vida política de la ciudad: el Ayuntamiendo de Barcelona y justo delante el Palacio de la Generalitat.
Seguimos nuestro paseo por las recónditas calles que nos llevan a la antes nombrada Catedral de Barcelona. Ubicada junto a una gran plaza (que se ha modernizado) y que no lleva hacia la izquierda a la Vía Laietana y el barrio del Born barcelonés.
Detrás de la catedral, sus calles colindantes están cargadas de magnetismo y expresiones con esculturas y edificios góticos y renacentistas, típicos del paisaje de la Barcelona más profunda. Estas calles guardan pequeñas plazas cerradas (a modo de isla) casi siempre presididas por alguna iglesia y árboles, junto a las que se han situado terrazas para tomar algo al fresco.
Es hora del ocio. Detrás de la catedral, sus calles están repletas de bares, tabernas y restaurantes donde hacer una parada y comer algo de gastronomía catalana. Hay bares y locales centenarios (el Paraigua, els Cuatre gats, muy típicos y legendarios).
Foto: oh-barcelona