Pekín, o Beijing, es la segunda ciudad más grande de China, después de Shangai. Con más de 16.000 kilómetros cuadrados llenos de una intensa y rica historia cultural y grandes monumentos, ¿cómo podemos visitarla en apenas un fin de semana?. Por eso estamos nosotros aquí, para solucionaros ese problema, e intentar organizaros un viaje de fin de semana a Beijing. Así pues, reservar ya vuestros vuelos a Pekín que nos ponemos en marcha.
Para empezar, os vamos a hablar de la gastronomía china. ¿Quién no conoce el famoso pato de Pekín?. Se trata de una de las grandes contribuciones chinas a la gastronomía internacional. A pesar de ser delicioso, la preparación requiere bastante tiempo. Esta técnica especial a la hora de hacer pato asado evolucionó a raíz de otro manjar chino, el cochinillo. De hecho, la elaboración del pato chino se ha convertido en un arte.
Para comer este pato chino, os recomendamos que probéis con el Restaurante Quanjude. Algo más asequible y menos turístico es el Restaurante Li Qun, en la zona de Hutong.
Ahora que ya sabéis lo que tenéis que comer este fin de semana, una visita a Pekín por pequeña no sea no estaría completa sin conocer la Gran Muralla China, la construcción más grande realizada por el hombre, y que tiene más de dos mil años de historia. Parece una serpiente de piedra a través de desiertos, praderas, montañas y valles. Se extiende de este a oeste, un recorrido de seis mil kilómetros por toda China.
Contrariamente a la creencia popular, por mucho que se diga, la Gran Muralla no puede verse desde la luna, es una leyenda urbana. Lo que sí es curioso es que la Gran Muralla no se construyó siguiendo un plan maestro, sino que se fue haciendo de manera independiente. Cada región fue construyendo su propia sección de la muralla para defenderse de las tribus nómadas del norte.
Hay varias entradas a la Gran Muralla, y las mejores que podéis visitar vosotros son las siguientes:
- Badaling es la más popular y la que os quedará más cerca de Pekín. Mutianyu queda un poco más lejos, y hay que hacer una pequeña subida. De todas maneras, las dos se pueden conocer, ya que hay coches de cable que unen una con otra.
- Para aquellos que prefieran una visita más aventurera, se puede acampar una noche a lo largo de Simatai y Jinshanling. Ambas secciones de la muralla no están muy lejos de Pekín. A diferencia de otras partes del muro, éstas han conservado su arquitectura original. Si acampáis aquí veréis el atardecer y el amanecer en la Gran Muralla China, increíble ¿no?.
Antes de volver a casa tenemos que ir de compras a Silk Street Mall. Este antiguo mercado se transformó en un centro comercial de cinco plantas en el 2005. Tiene más de 1.500 tiendas en donde podéis comprar de todo, desde marcas internacionales a productos locales. Os recomendamos aprender a regatear antes de entrar en estas tiendas.
Foto Via Great Wall China