Moscú es el destino perfecto para un viaje de ensueño, gracias a la riqueza de sus monumentos históricos y culturales, suficientes para completar toda una semana de vacaciones. Una de las atracciones más populares de Moscú es la Catedral de San Basilio, símbolo durante mucho tiempo de la cultura rusa en general a ojos de la comunidad internacional.
Su estructura, con sus cúpulas de colores en forma de cebolla, y sus brillantes y deslumbrantes arcos y torres, que contienen una intrigante fusión de diseño oriental y occidental, son cita obligada para aquellos turistas que viajan a Moscú.
La Catedral de San Basilio se halla en la Plaza Roja de Moscú, lugar en donde precisamente se halla también el Kremlin, una fortaleza-palacio rodeada de torres, con un impresionante museo. Allí mismo se puede ver la tumba de Lenin, en su mauseleo, con el cuerpo embalsamado del gran líder.
Los entusiastas de la historia debéis visitar el Museo Histórico del Estado, un magnífico edificio que alberga exposiciones, como una colección de monedas que comprende un total de un millón setecientas mil piezas. Otra de las atracciones turísticas es la Catedral de Cristo Salvador, la catedral más grande del país, así como el Arco del Triunfo y el Convento Cementerio de Novodevichy.
Los amantes de las artes debéis visitar en Moscú el famoso Teatro Bolshoi, o bien asistir a una obra de teatro en el Teatro Chejov. La Galería Tretiakov es una de las galerías de arte más impresionantes del mundo. Para lo niños, y los no tan niños también, tampoco os tenéis que olvidar del Gran Circo de Moscú.
Si queréis comer en Moscú, tenéis la posibilidad de hacerlo en algunos de sus muchos restaurantes, en donde degustar comida tradicional o moderna. Os recomendamos lugares como Annyushka o el Café Pushkin, que ofrece cocina rusa y francesa.
Para pasar la noche, Moscú tiene muchos bares, pubs y discotecas para todos los gustos. En muchos de dichos pubs se puede disfrutar de música en directo.
