Túnez tiene un clima privilegiado gracias a su ubicación en pleno corazón del Mediterráneo, algo que favorece la práctica de infinidad de deportes de aventura. Durante cualquier época del año podemos practicar actividades apasionantes, tanto en sus fantásticas costas de transparentes aguas como en el interior, que ofrece mil paisajes diferentes y que se encuentran entre los más atractivos del norte de África.
Entre las actividades acuáticas, destaca sobre todo la vela, un deporte que en nuestras costas está marcado por el tópico de ser excesivamente caro, pero que en este caso justifica de por sí un viaje a Túnez, dado lo asequible de su práctica en este país magrebí. Los puertos más destacados para lanzarnos a las olas son los de El Kantaoui, Sidi Bou Said, Monastir, Hammamet, Sousse y Djerba.
También en esta última localidad es posible dar nuestros primeros pasos con disciplinas como el esquí acuático, el surf, el kitesurf y el windsurf, y además la zona cuenta con fantásticos puntos de inmersión para los amantes del buceo, que encuentran en el arrecife coralino de Tabarka y en Hergla uno de los lugares más destacados del Mediterráneo para esta actividad.
Si somos más de secano, podemos dedicarnos a explorar alguno de los seis Parques Nacionales de Túnez, verdaderas maravillas naturales llenas de rincones de admirable belleza y una flora y fauna autóctonas que harán las delicias de los amantes de la vida salvaje. Dos de estos parques, Ichkeul y Bou-Hedma han sido declarados «Reserva perteneciente al patrimonio mundial» y «Reserva de la Biosfera«, respectivamente, por la Unesco, aunque también los de Felja, Chaambi, Bou Kornine y las islas de Zembra y Zembretta merecen ser mencionados por sus paisajes espectaculares y alto valor ecológico.
Si nos gustan las emociones fuertes, ¿por qué no una travesía en camello o una ruta en moto, todoterreno, buggie o quad por los parajes desérticos de Túnez? Incluso existe la posibilidad de hacer surf y esquí sobre arena, pasear en globo sobre las dunas, montar a caballo o volar sobre el Sáhara en ultraligero. Una experiencia inolvidable.
Foto: Matthew Hunt