Hoy proponemos un viaje o un destino diferente. Recomendamos una visita por Toledo en auto, por lo que una vez lleguemos a la ciudad de Toledo o Madrid incluso, recomendamos pasar por un negocio de alquiler de coches para no perder detalle de la ruta que proponemos.
La ruta trata básicamente de conocer los rincones más expléndidos de la provincia de Toledo, una de las más grandes y con más misterios de España. Recordemos que Toledo está situada en el centro de la Península Ibérica, en la comunidad autónoma española de Castilla La Mancha y que por eso es una de las zonas con más historia y tradición a sus espaldas.
Podemos comenzar la visita yendo de este a oeste, al lado del río Tajo, el cual divide dos regiones diferenciadas, a saber, la mitad norte con sus llanuras y mesetario con la Sierra de San Vicente, que conforma parte del Sistema Central. En la mitad sur se colocan los Montes de Toledo, famosos por su abundante caza que marcan la frontera natural con Ciudad Real y la sierra de Altamira que hace de frontera con Cáceres.
Entre ambas zonas montañosas, donde se abre Toledo, se abre también la valle del Tajo, una llanura muy poco desarrollada y con un río encajado, donde sus orillas constituyen la fuerte de energía necesaria para que aquí se formaran los principales núcleos de población. En las orillas del Tajo podremos encontrar Toledo, Puente del Arzobispo, Malpica y Talavera de la Reina.
También hay que tener en cuenta que el Tajo se nutre de numerosos afluentes como el Guadarrama o el Torcón, afluentes que dan a la provincia de Toledo un aspecto paisajístico de gran hermosura, donde la vegetación de su entorno con los emblases construidos para el almacenamiento de las aguas y su distribución agrícola, dan una idea de cómo se ha vivido aquí desde siempre.
Así pues, ir en coche por Toledo quiere decir visitar sus montañas y sobre todo el Tajo, uno de los ríos más importantes de España y que da vida a esta provincia que ha sabido sobrevivir a miles y miles de años de sol y agricultura.
Foto Vía: Mikel Ortega