Timisoara, la pequeña Viena en Rumanía

Timisoara, la pequeña Viena en Rumanía 2

 

Los orígenes de Timisoara, ciudad rumana situada al noroeste del país, hay que buscarlos a comienzos del siglo XIII. Antigua fortaleza romana, fue conquistada por los turcos a mediados del XVI, y dos siglos más tarde la tomaron los austríacos. La influencia de estos pueblos se puede ver perfectamente en la ciudad actual.

A orillas del río Bega, a Timisoara se la conoce como la pequeña Viena por su vibrante vida cultural, con teatros, galerías de arte, museos y una magnífica vida nocturna. Curiosamente fue la primera ciudad en Europa, y la segunda del mundo tras Nueva York, en utilizar luz eléctrica para iluminar sus calles.

Nos disponemos a pasear por Timisoara, comenzando en la Plaza Victoria, que alberga la Catedral Metropolitana Ortodoxa Rumana, construida en 1946. Destacan sobremanera sus tejados verdes y rojos. Frente a la catedral hay un monumento en honor a los que perdieron sus vidas durante la Revolución de 1989 que derrocó al régimen comunista. Otro edificio importante de esta plaza es el Museo Memorial de la Revolución de 1989.

De esta plaza pasamos a Piata Unirii o Plaza de la Unión, llamada así porque alberga frente a frente las catedrales romano-católica y serbio-ortodoxa. Son dos edificios históricos muy pintorescos, de la época de los Habsburgo. Con sus tonos pastel, fueron el corazón y centro religioso de la ciudad desde el siglo XVIII. Esta plaza es además sede de numerosos desfiles militares y ceremonias religiosas.

Es un placer contemplar ambas catedrales. La Catedral Ortodoxa Serbia, de estilo barroco, se encuentra en el lado oeste de la plaza. Por su parte, la Catedral Católico Romana, en el lado este, fue construida a mediados del siglo XVIII, y es uno de los claros ejemplos de porqué a Timisoara se la conoce como la pequeña Viena.

Junto a estas plazas y edificios, no hay que perderse en Timisoara el Palacio Barroco, construido en el siglo XVIII y que hoy alberga el Museo de Bellas Artes; el Banco de Scont, uno de los mejores edificios de estilo Art Nouveau en la ciudad; el Museo Etnográfico de Banat, situado en el edificio más antiguo de la ciudad; o la Plaza de la Libertad, desde la que se puede llegar hasta el Castillo de Huniade, cuyo aspecto actual data del siglo XVIII.

Como véis, Timisoara es una hermosa ciudad que bien podría estar entre nuestras principales visitas en Rumanía. Su aspecto barro y elegante la sitúan entre las ciudades más hermosas del país.

Foto Vía Cero a Cero