Río Grande del Norte es uno de los estados más turísticos de Brasil. Sin ir más lejos su capital, Natal, es famosa por sus playas y su belleza natural. Toda la línea de la costa de esta zona del noroeste de Brasil se caracteriza por un clima tropical y por ausencia de lluvias al menos durante nueve meses al año, lo que facilita la llegada de turistas.
Y aunque precisamente la mayoría de ellos reservan sus vuelos a Natal económicos para disfrutar de la capital, hay otros lugares cercanos que bien merecen la pena. Es el caso de Tibau do Sul, un pequeño pueblo pintoresco situado 75 kilómetros al sur de Natal. Pertenece a la localidad de Pipa, otra de las zonas más turísticas de Río Grande del Norte, un poco aislada de las grandes ciudades pero de interminables playas.
La diferencia de Tibau do Sul con respecto a Pipa es la tranquilidad que se respira. Si no os gustan las aglomeraciones os recomiendo venir hasta aquí. La belleza es prácticamente la misma, con zonas inigualables de naturaleza virgen, pero al ser un destino menos conocido no hay tanta masificación. Además, los precios de los alojamientos son más baratos que unos kilómetros más allá, algo que agradeceréis.
Precisamente Tibau do Sul suele ser una de las principales excursiones que se hacen desde Pipa. Nada mejor que tumbarnos al sol en sus playas de dunas y palmeras. Apreciaréis la enorme belleza de sus alrededores, una zona considerada de gran importancia biológica para la fauna marina. Algo que invita a los amantes de los deportes acuáticos a practicar submarinismo, kayak, paseos en barco, etc…
Tanto turistas como lugareños pasean en bicicleta o a pie por el puerto. En el pueblo hay pequeños locales y restaurantes de pescado para probar lo mejor de la gastronomía local. Si queréis algo de fiesta y ambiente nocturno es mejor trasladarse hasta Pipa (a unos siete kilómetros). Se puede alquilar un coche o pedir un taxi (si bebemos de noche es lo más recomendable)
El azul intenso del Atlántico tiñe los pies de Tibau do Sul de una belleza exótica impagable. Merece la pena perderse por Río Grande del Norte y huir un poco del turismo masivo de ciudades como Natal o Mossoró. Aquí disfrutaréis de algunos de los mejores encantos de la costa brasileña.
Foto Vía Playas Brasileras