Si hay un lugar de Madrid que estos días esté especialmente de actualidad es la Plaza Mayor. Y es que Ana Botella hizo protagonista a aquella durante la presentación de la candidatura madrileña para ser sede de los Juegos Olímpicos 2020. En un discutido inglés invitó a los miembros del COI (Comité Olímpico Internacional) a tomar un “café con leche in Plaza Mayor” manifestando que esa era una experiencia muy relajante y estupenda. Y en eso razón no le falta.
Y es que este espacio, corazón de la capital española, es un lugar idóneo para disfrutar del sol en las terrazas que se ubican o para ser testigo de la maestría de los mimos y demás artistas callejeros que la utilizan como escenario.
Pero además de todo esto quien la visite no puede perder la oportunidad de admirarla detenidamente pues es una auténtica joya del arte español.
En el siglo XVI se encuentran los orígenes de esta plaza, cercana a la famosa Puerta del Sol, que se vería remodelada a lo largo de varios siglos bien por propio deseo de embellecimiento del monarca reinante o bien como consecuencia de los distintos incendios que ha sufrido a lo largo de su historia.
129 metros de largo y 94 metros de ancho son las dimensiones de aquella, de estilo porticado, que cuenta con nueve arcos de acceso y que se encuentra cerrada por una serie de edificios de tres plantas que permiten que, en total, existan 237 balcones con vistas al interior de la misma.
Entre los elementos que más merece la pena subrayar de la Plaza Mayor de Madrid destacarían los siguientes:
- Arco de Cuchilleros. Es la puerta de entrada más famosa de todas. Fue realizada a finales del siglo XVIII por Juan de Herrera y destaca por estar rodeada de tradicionales restaurantes madrileños.
- Estatua de Felipe III. Justo en el centro de la plaza se erige altiva esta escultura donde el rey aparece a lomos de su caballo.
- Casa de la Panadería. Como centro turístico ejerce hoy esta construcción del siglo XVII que en su fachada tiene el escudo de armas del rey Carlos II.