Sube al Huayna Picchu

Huayna_Picchu

En la parte posterior del impresionante Machu Picchu, tal vez como el telón de fondo de la imagen que todos conocemos, se encuentra el Huayna Picchu que en quechua quiere decir  “Montaña Vieja” y a su impresionante cumbre solo llegan los más aventurados viajeros… pero sobre todo los que no le tienen miedo a la altura.

De hecho, el Huayna Picchu posee 2, 667 metros de altura desde donde no solo Machu Picchu se puede ver aún más perfecto sino que también uno puede acceder a diferentes restos ceremoniales  que están obviamente relacionados con él.

Para arribarlo existen dos rutas:

La primera ruta: empieza en la parte norte de la ciudadela y atraviesa una pequeña porción de tierra que conecta al Huayna con el Machu Picchu, encontrando luego, un camino que se bifurca, por lo que se debe tomar la rama diestra.

¡Atención viajero! Este camino es empinado, angosto, con diferentes escalinatas talladas en la misma roca y hasta con paredes verticales que tendréis que pasar para así coronar la cumbre más exótica de esta parte del Perú.

La segunda ruta: empieza en la parte posterior a la montaña y os llevará a un complejo que tal vez sea el más notable en lo que respecta a las construcciones subterráneas de esta parte. De hecho, encontraréis cuevas con bloques de tallado fino que encajan precisamente una con la otra.

También podréis encontrar el “Templo de la Luna” con lo que si llegáis a este punto solo os faltará una hora y media.

Eso sí viajero, a llevar bloqueador/ protector solar, gafas, agua en botellas y unas buenas zapatillas para caminata.

Imagen: PortalInca