Sitges no es por casualidad uno de los pueblos más conocidos de la costa catalana, uno de los municipios turísticos más importantes de la costa mediterránea española. Su atractivo natural por las playas y su historia cultural, hace que los hoteles en Sitges estén por lo general llenos en temporada estival, por lo que no estaría de más ir reservando habitaciones si queremos pasar el verano en este magnífico lugar.
Y es que la misma historia de Sitges es suficiente para conocer el pueblo situado en la comarca del Garraf. En la Edad Media, Sitges era un pequeño pueblo de pescadores, la vida de los cuales se concentraba en los alrededores de la colina del Baluard, donde se situaba la iglesia, el hospital, un pequeño núcleo urbano y un cementerio que se conectaba con el resto del pueblo por un puente al final de la calle Mayor.
Algunos siglos más tarde, gracias a la iniciativa de diversos artistas, dinamizadores culturales y mecenas famosos como Santiago Rusiñol, Miquel Utrillo, Charles Deeing o Ramon Casas, el pueblo de Sitges se convirtió en un lugar único, de referencia del modernismo junto a la ciudad de Barcelona. Aquí trabajaron varios de los artistas más conocidos del modernismo catalán. Desde finales del siglo XIX y hasta bien entrado el XX, este municipio costero acogió a diversos artistas como pintores, músicos, escultores e incluso intelectuales que dejaron huella en un Sitges que por esto sólo ya no podemos dejar de visitar.
La actual Sitges recoge toda esta tradición con el mantenimiento de varias obras modernistas que se combina a la perfección con un ambiente animado, soleado y veraniego que no dejará de relajar y animar al visitante que lo visite.
Así pues, si pretendemos visitar esta curiosa y atractiva villa durante este verano, no tardemos mucho en reservar el alojamiento pues, se ha de decir, el lugar se llena de turistas de toda Europa que hacen de Sitges una de las capitales turísticas más animadas y acogedoras de todo el mediterráneo.
Foto Vía: Werner Lang / Wela49