
Carcasona, capital del departamento francés del Aude, es posiblemente la ciudad más conocida de esta zona. Un lugar que se extiende por la cara norte de los Pirenos forma por suaves colinas, viñedos y campos empapados de girasoles, pequeños ríos y pueblos fortificados con hermosos castillos erigidos entre los siglos XI y XIV. Precisamente uno de los ríos, el Aude, es el que da nombre al departamento.
Pero si Carcasona es uno de los mayores atractivos de Aude no podemos dejar atrás Saissac, apenas 25 kilómetros al noroeste. Un pueblo que se alza de manera sorprendente sobre una de las laderas del Parque Regional del Haut Languedoc y que supone una de las imágenes más llamativas de esta región. Si estáis mirando viajes baratos en oferta para conocer algunos destinos desconocidos en Francia, Saissac bien merece la pena.
No es de extrañar que si al departamento del Aude se le conoce como el País de los Cátaros, el principal reclamo turístico de Saissac sea precisamente su castillo cátaro del siglo X. Lo curioso del caso es que se trata de un castillo que no se encuentra en la parte más alta de la población, como la mayoría de estas fortalezas, sino en la parte baja, en el barranco sobre el que se asienta. A los pies del castillo veremos las ruinas de la antigua villa castral.
Desde el castillo se sube al pueblo en el que vamos a disfrutar de un recorrido medieval por el centro histórico. En su recinto amurallado, que data del siglo XIV, aún se conservan en pie dos torres cuadradas y almenadas. En una de estas torres se sitúa el Museo des Vieux Mètiers, donde se reproduce la antigua vida cotidiana de la Montaña Negra, región montañosa cercana al departamento del Aude.
Desde la propia población se domina completamente el barranco de Vernassonne y toda la llanura que se extiende desde Carcasona hasta Castelnaudary, un recorrido de más de 40 kilómetros (no en vano este balcón que propone Saissac se sitúa a casi 500 metros sobre el nivel del mar).
Esta vista nos permitirá preparar nuestra excursión a las abadías de Saint Papoul y Villelongue, ambas separadas por unos 30 kilómetros. Saint Paopul fue construida en el siglo XIV, mientras que Villelongue data de principios del XIII. Dos grandes vestigios históricos y patrimoniales de una zona realmente incomparable.
Foto Vía Wikipedia