Una de las ciudades más hermosas del norte de Italia es Bérgamo, que se encuentra a unos 40 kilómetros de Milán y que tiene su origen en la población romana de Bergomum.
El hecho de que cuente con un aeropuerto es el que ha llevado a que en los últimos años haya crecido de manera notable el número de turistas que se animan a conocer y disfrutar de esta población. Dispone de una serie de rincones de inigualable factura entre los que se encuentran los siguientes:
- Piazza Vecchia. De marcado aire medieval es esta plaza que se ha convertido en uno de los símbolos de Bérgamo. En ella pueden admirarse algunos de los monumentos de más valor de cuantos tienen estas tierras como sería el caso del Palazzo de la Ragione o de la Torre Cívica, que fue construida en el siglo XII.
- Museo Histórico. Quien desee conocer a fondo el pasado de la urbe, no puede marcharse de ella sin antes realizar una visita a este centro cultural, situado en la Piazza Mercato del Fieno, que está centrado básicamente en el periodo histórico comprendido entre el siglo XVIII y lo que sería la Segunda Guerra Mundial.
- Torre del Gombito. Otro de los monumentos imprescindibles y singulares es este, que tiene el privilegio de ser la torre más alta de todo Bérgamo pues llega a alcanzar los 52 metros. En la Vía del Gombito es donde se encuentra aquella, que fue construida en el siglo XII con el claro objetivo de que ejerciera funciones defensivas.
- Piazza Duomo. No menos importante es este lugar, otro de los rincones más emblemáticos, hermosos y mágicos de la ciudad italiana. En el casco histórico es donde se ubica dicha plaza que tiene entre sus edificaciones más hermosas a la Basílica de Santa María la Mayor, datada en el siglo XII.
