Este próximo mes de mayo es una fecha magnífica para realizar una escapada a la ciudad de Córdoba y es que durante el mismo la urbe andaluza acoge un sinfín de festividades que permiten disfrutar de la cultura, el folklore, la gastronomía y la esencia del lugar. Su feria, las Cruces de Mayo, la Batalla de las Flores, los Patios o las diversas catas son algunos de los eventos que hacen especial esta fecha en dicha tierra.
Sin embargo, visites cuando visites Córdoba debes saber que además de sus monumentos más importantes es muy interesante conocer in situ algunos de sus rincones más mágicos y especiales. Se trata de enclaves que le dan un encanto especial:
- Calle del Pañuelo. En pleno barrio de la Judería se encuentra situada esta rúa que tiene el privilegio de ser una de las calles más estrechas del mundo. Precisamente recibe dicha denominación porque su anchura es la misma que la de un pañuelo de caballero: 50 centímetros.
- Calleja de las Flores. Aromas, luz, agua y colorido. Así es este espacio, en la zona judía de Córdoba, que se ha convertido en una de las rúas más visitadas de la ciudad gracias a que es un “pasillo” lleno de flores y plantas de diversas formas, tipos y colores. En una pequeña placita, donde toma protagonismo una fuente, finaliza la misma en la que es habitual encontrarse también con algún guitarrista interpretando alguna composición de raíces flamencas.
- Cuesta del Bailío. Las flores y el agua son también ejes de este enclave cordobés que se inicia con una escalinata que nos permitirá llegar a una de las zonas que más han inspirado a los poetas o a los pintores: la Plaza de Capuchinos, donde está el famoso Cristo de los Faroles.
