Quien haya estado en Dubrovnik estará de acuerdo conmigo en que es una de las grandes joyas del Adriático. Las vistas desde su puerto, su centro histórico de calles empedradas y edificios encantadores, y el sabor de una ciudad que se sumerge en un pasado de historias y leyendas.
Uno de los grandes encantos de la ciudad son sus murallas. Las murallas de Dubrovnik la rodean como un abrazo eterno. Fueron construidas en los siglos XIII y XIV y, a pesar del paso del tiempo, y de todo lo que han tenido que sufrir, se conservan en perfecto estado. Sin duda que es una de esas visitas imprescindibles si tenéis pensado reservar vuestros vuelos a Dubrovnik.
Pero no sólo podemos disfrutar de las vistas de estas murallas, sino que también tenemos la suerte de pasear sobre ellas. Desde lo alto se puede recorrer toda la ciudad, disfrutando de unas vistas increíbles. En vuestro camino veréis la Torre Minceta y la Torre Bokar, así como el Fuerte Lovrjenac, el Fuerte Revelin y la Puerta Pile entre otras construcciones.
Precisamente el recorrido por las murallas de Dubrovnik se inicia en la Puerta Pile. Os recomiendo ir bien tempranito por la mañana, ya que siempre suele haber una gran cola de turistas. También por el hecho de que, si vais en verano a Dubrovnik, más tarde y a esas alturas puede hacer un calor insoportable.
Desde estas murallas se puede descubrir una Dubrovnik magnífica. La Dubrovnik de amplios tejados rojos y aguas cristalinas, la que se pierde en sus edificios de mármol blanco croata. La Dubrovnik antigua y la moderna, desde aquí se puede ver la Torre del Reloj, la Catedral, la Iglesia de San Blas, la Plaza Luca, el Palacio Sponsa… y el Adriático.
Sin embargo, a medida que recorrer estas murallas también te percatas de los terribles efectos que la ciudad sufrió durante la Guerra de los Balcanes. Dicen que en esta vieja fortificación cayeron más de dos mil proyectiles.
Aún así, subir a las murallas de Dubrovnik es como si tuvieras la oportunidad de descubrir a esta joya desde el cielo. No en vano en su punto más alto estas murallas tienen hasta 25 metros de alto. El paseo se puede hacer perfectamente en una hora, aunque el tiempo poco importa cuando tienes unas vistas tan maravillosas, ¿no?.
Foto Vía The Travel World