Posiblemente haya destinos en Italia mucho más turísticos, sin embargo hay mucho que ver en Turín y sus alrededores. La ciudad está considerada como la Puerta de los Alpes, y las vistas que se tienen de estas montañas desde Turín son preciosas. Vamos a hacer un pequeño recorrido sobre qué ver en Turín.
Sin duda tras llegar en nuestros vuelos Turín debemos empezar por el centro histórico de la ciudad, sobre todo por la Piazza Castello. Se trata de una preciosa plaza abierta, con tiendas a ambos lados y grandes edificios, todos ellos relacionados con Emmanuele Filiberto, Duque de Saboya, quien hizo de Turín su capital en el siglo XVI. Este vínculo con Francia se hace muy patente en algunos puntos de la ciudad.
Uno de estos edificios de la plaza es el Palazzo Madama, que hoy en día alberga un museo de artes y antigüedades, pero que en su día fue un castillo. Al parecer bajo este edificio hay un sistema de cuevas subterráneas, que aún no están abiertas al público. Dicen que allá abajo se pasaba largas horas el Duque de Saboya haciendo experimentos de alquimia.
Mucho más bonito desde nuestro punto de vista es el Palazzo Reale, frente a la residencia de la familia Saboya. Allí, entre las estatuas de Castor y Pólux, en un lugar en el que en invierno se ponen a hacer castañas asadas.
Pasamos ahora a la Piazza Statuto, rodeada de tiendas de muebles y establecimientos de comida rápida. Y es que hay que hacer un recorrido por las plazas más bonitas de Turín. En esta plaza tuvieron lugar desde la época romana muchas ejecuciones públicas, e incluso dicen que llegó a ser un antiguo cementerio. No en vano desde esta plaza comienza una ruta por los lugares más oscuros y misteriosos de Turín.
A poca distancia de esta plaza se encuentra la Iglesia de Santa María de Ausiliatrice, fundada por San Juan Bosco, una de las iglesias más bonitas de la ciudad. De todas maneras, para iglesias os recomendarán la visita a la Iglesia de San Lorenzo, una magnífica iglesia de mármol multicolor.
La visita imprescindible que debéis hacer en Turín es a la Mole Antonelliana, símbolo de la ciudad. En principio fue construida como una sinagoga, pero nunca fue utilizada como tal. Hoy en día este edificio alberga el Museo Nacional de Cine, dicen que es el museo más alto del mundo.
Hablando de museos, en Turín tenéis que visitar el Museo Egipcio, considerado el segundo más importante del mundo tras el de El Cairo. Otros símbolos históricos son la visita a la Sábana Santa, guardada en la catedral desde el siglo XVI, y el autorretrato de Leonardo da Vinci.
Ya por último no hay que dejaros atrás el Mercado de Porta Palazzo, la Basílica de Superga y la Catedral de Turín, construida en apenas nueve años. Cualquiera de estos lugares son visitas inexcusables que tenéis que hacer en esta ciudad del Piamonte.
Foto Vía Mansionvitraux
