Seguro que de París nos podríais decir una buena cantidad de monumentos. Eso significa que la Ciudad de la Luz tiene una serie de visitas imprescindibles que no nos podemos perder. ¿Qué ver en Paris?. Esa es la pregunta que hoy nos hacemos, y queremos resolverla de inmediato. Allá vamos entonces…
– Museo del Louvre
Tal vez sea de los museos más conocidos del mundo. Alberga más de 350.000 obras de un valor incalculable, entre las que podéis ver la Mona Lisa, la Venus de Milo o la Victoria de Samotracia. Se abrió al público como museo en 1793, aunque no fue hasta Napoleón cuando se inauguró definitivamente. El museo tiene cuatro plantas, y os puedo asegurar que es casi imposible de ver en un sólo día.
– Museo de Orsay
Los amantes del arte impresionista tienen en este museo su paraíso particular. Ya el edificio en sí es magnífico, una antigua estación de tren restaurada con mucha historia. Apenas lleva abierto unos treinta años, pero ya es de los más visitados del mundo. Haceros con un plano al entrar ya que sus tres plantas son enormes. Encontraréis obras que van desde principios del siglo XIX hasta más de diez mil fotografías.
– Torre Eiffel
Uno de los grandes símbolos de París, y eso que cuando se construyó para la Exposición Universal de 1889 recibió muchísimas críticas. Tiene unos 320 metros de altura, y fue el edificio más alto del mundo hasta 1931, superado por el Empire State de Nueva York. Pesa diez mil toneladas y fue diseñada por Gustave Eiffel. Se puede subir en ascensor o por las escaleras, e incluso comer en la planta primera y seguna en sus restaurantes. De noche lo mejor es verla desde el Trocadero.
– Notre Dame
La Catedral de París es otro de sus grandes monumentos. Situada en la Ile de Cite, se construyó entre los siglos XII y XIII bajo las órdenes del obispo Maurice de Sully. Resulta espectacular la miréis por donde la miréis, desde la fachada occidental, con sus dos torres y el rosetón, además de los tres pórticos, a la parte trasera, con sus célebres arbotantes y sus gárgolas. La entrada es gratuita, imprescindible, aunque para subir a sus torres hay que pagar ocho euros.
– Sagrado Corazón
Esta basílica se sitúa en el punto más alto de la ciudad, en el barrio de Montmartre. Se construyó para recordar a los 58.000 soldados franceses muertos en la guerra franco-prusiana de 1870 y 1871. Se terminó de construir en 1923, y lo mejor es irla viendo a medida que vamos subiendo la escalinata. El interior no es tan impresionante, la verdad, aunque si entráis no perderos las bóvedas de la cripta. Subiros a la cúpula blanca, a través de una escalera de caracol, para ver unas vistas increíbles.
– Arco del Triunfo
Otro de los grandes símbolos de París, situado en los célebres Campos Elíseos. Se construyó entre 1806 y 1836 y tiene unos cincuenta metros de altura. En 1840 pasó bajo él el cortejo fúnebre de Napoleón, camino de Les Invalides. Podéis subir a él para tener muy buenas vistas, o bien quedaros abajo contemplando su fastuosa arquitectura.
– Panteón
Inspirado en el Partenón de Atenas, aquí descansan los restos de grandes hombres de la patria, como Voltaire, Víctor Hugo, Emile Zola o Louis Braille. En su origen fue una iglesia en honor de Santa Genoveva , hasta que a finales del siglo XIX se convirtó en edificio público. Destaca en especial la cúpula, la cripta con las tumbas y el ambiente del interior.
– Les Invalides
Frente a la explanada de Les Invalides se halla este enorme edificio, que nos recuerda a los mutilados de guerra de finales del siglo XVII. Es aquí, en la Iglesia del Dome, donde descansan los restos de Napoleón Bonaparte. Destaca su impresionante cúpula dorada, el Museo de las Armas y los jardines del exterior.
– Plaza de la Concordia
Cuando sales del metro y te encuentras con esta enorme plaza de ocho hectáreas no puedes por menos que asombrarte. La pena es que tenga tanto tráfico… Se construyó entre 1755 y 1775 y estaba dedicada a Luis XV hasta la Revolución Francesa. Haceros una foto junto a su obelisco central de 23 metros de altura, regalo de Egipto desde el Templo de Luxor, o en sus fuentes y estatuas.
– Versalles
Para ir es mejor reservar un día. Este impresionante palacio del siglo XVII fue el centro de la corte francesa de Luis XIV y se deben visitar sus jardines, el interior, la fachada… Eso sí, a muchas zonas del interior sólo se puede acceder a través de visitas guiadas. Os recomendamos llegar temprano porque las colas para entrar pueden ser largas más tarde.
– Disneyland París
Si venís con niños tal vez no tengáis más remedio que llevarlos a Disneyland París. A este parque de atracciones se puede llegar a través del tren RER, y seguro que tenéis que pasar un día entero en él. Hay incluso turistas que sólo van a Disneyland y ni siquiera pisan París, por lo que vosotros decidís.
Así que ya sabéis, reservar vuestros hoteles en París y no os dejéis ninguna de estas visitas sin recorrer. Seguro que muchos de vosotros tenéis vuestros lugares favoritos en París, ¿verdad?. Los podemos compartir y así hacer una lista interesante de visitas imprescindibles en la ciudad.
Foto 1 Vía Picture Ninja
Foto 2 Vía Just Travel