Un plato muy sencillo y tradicional es el saganaki, basado en queso kefalotyri frito en aceite de oliva. Se puede acompañar con una ensalada o incluso también con unas gambas. Dentro de estos platos sencillos y populares están las tirokroketes, deliciosas bolas de queso ideales como entrante o aperitivo, y las revithokeftedes, a simple vista muy parecidas a las albóndigas de toda la vida y que llevan una mezcla de especias que les da un sabor muy particular.
En tus viajes a Atenas no puede faltar probar el clásico feta, un queso que se remonta a la Antigüedad clásica y que se elabora con leche de oveja o de vaca. No tiene piel y es blando y se incluye en las típicas ensaladas griegas y en las tortas spanakotiropites. Más conocida es sin duda la musaca, que consiste en una serie de capas de carne picada de cordero, berenjena en rebanadas y tomate. Todo ello bien cubierto de una salsa blanca y horneado.
Hablando de salsas, en Grecia seguro que vais a probar la tzatziki, que lleva yogur griego mezclado con pepino rallado, aceite, jugo de limón y ajo. Se sirve fría en un bol. En ocasiones es ideal para darle un sabor particular a las famosas ensaladas griegas, que llevan pepino, tomate, aceitunas, cebolla y queso feta en la parte superior. Precisamente la mayoría de platos se acompañan con unas aceitunas.
Si tienes pensado hacer un magnífico crucero por las Islas Griegas nada mejor que probar la dolmathakia, hojas de parra rellenas de arroz y especias. Por último son imprescindibles la taramosalata, la spanakopita, las lokoumades o el halvasi. Lo cierto es que hay muchos platos tradicionales y que son relativamente muy poco conocidos. Si cuando viajas te gusta probar la gastronomía local, apunta estos nombres que te hemos mencionado.
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