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La ciudad de Praga casi podríamos decir que representa un mágico cuento de hadas en pleno corazón de Europa. Se dice que es prácticamente imposible el poderla apreciar en sólo unos días. Así que imaginaros intentar mostrarosla en apenas unas palabras. Intentaremos que os sirva lo máximo posible.
Como introducción hay que destacar el centenar de agujas que pueblan el horizonte praguense. Esto denota que su hermosa arquitectura no se nos podrá olvidar. Aquí podéis encontrar todos los estilos inimaginables. Desde el románico hasta el siglo XX, los siglos han dejado un hervidero de belleza en la capital checa.
Por ejemplo, el magnífico Castillo de Praga, o la preciosa Iglesia de Saint Vitus, o la pequeña Catedral, o el puente del Golden Lane, una de las razones por las cuales se toma Praga como un cuento de hadas. Pasando por los edificios cubistas de sus calles serpenteantes.
Por otro lado, hay numerosas iglesias que os cautivarán, como la de Loreto o la de San Nicolás. Asimismo hallaréis verdaderos tesoros en el Barrio Judío, o visitar algunos de los monasterios, como el de Strahov Breznov.
Después de transitar por la tranquilidad de Praga, podemos insertarnos en el bullicio de la ciudad, sobre todo en la Plaza Wenceslao. Es el auténtico corazón de la metropoli. Aún así, en el momento que nos resulte agotador, podemos acercarnos a cualquiera de los paseos o jardines de Praga, por ejemplo aquellos que se hallan a los pies del Castillo.
Una visita obligada es también al parque Petrin, desde la que podemos contemplar una maravillosa vista de la ciudad desde su torre-mirador, el Petrin-Hill, sin que lo confundamos con su hermana mayor, la Torre Eiffel.
Tras llegar a la cima, podemos ver una panorámica del Teatro Nacional o el no menos hermoso Museo Nacional. Por no hablar de la Rudolfinum, o Casa de los Artistas, desde la que podemos acercarnos a los numerosos palacios con galerías de arte dentro de ellos, con sus hermosos jardines alrededor. La lista se nos hace interminable.
Para asegurarnos de que no nos perdemos ninguno de los tesoros de Praga, queremos recomendaros el observador de Vysehrad, en el castillo de la ciudad. Allí se mezclan las leyendas antiguas con los mitos y las realidades. Contemplad la efigie de la Iglesia de San Pedro y San Pablo.
El famoso Puente de Carlos merece por supuesto una visita. No sólo es una joya histórica hermosa, sino que la experiencia mística que podéis experimentar a su alrededor es fantástica. Estrechas calles os acercarán a él.
Estamos plenamente convencidos de que vuestra visita a Praga será una de las más interesantes y mágicas que hayáis podido vivir nunca. La ciudad y sus monumenbtos merecen la pena, sin duda.