Para introducirnos en esta región del planeta debo comentarles que esta plaza se entrecuentra situada en Varsovia, la capital de Polonia. La misma guarda muchísimos recuerdos en la memoria de sus habitantes. Todo se remonta a 1944 durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, cuando sus habitantes se resistían a la ocupación nazi. Allí se perdieron apróximadamente 600.000 almas durante 63 días que fue lo que duró la resistencia. Debido a esta ocupación Polonia perdió palacios, bibliotecas y museos, pero la plaza perduró con el paso de los años.
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Fue llamada La Plaza del Mercado, debe su nombre a que en ella se organizaban mercados, fiestas y ejecuciones. Parados en ella podemos observar el Palacio Real, comenzando a transitar la avenida Swietojariska podemos apreciar la Catedral y la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de los Jesuitas. Son construcciones bastante viejas, las cuales le otorgan un toque de personalidad a la ciudad.
Los polacos la conocen como Rynek Starego Miasta, para nosotros sería La Plaza del Mercado. Básicamnete se trata de una plaza rectángular con cuatro entradas y salidas y que se encuentra rodeada completamente por edificios. Hay que destacar que la población de Varsovia es muy numerosa y existe una importante densidad de edificios. En el centro de la misma hay una fuente con el monumento de la Sirena del siglo XiV. Existe una gran comodidad respecto del alojamiento, hay muchas alternativas a la hora de hospedarnos.
Si estamos dispuestos a conocer un poco más acerca de este pueblo, podemos visitar el Museo Histórico de la ciudad, el cual se sitúa a escasos metros de la plaza. Quien visite este sector de Varsovia no puede dejar de conocer la parte vieja de la ciudad, tiene muchos encantos por descubrir y es muy reconfortante para nuestra vista.