La parte vieja de Amsterdam (que aquí se conoce como Oude Zijde) está llena de edificios históricos, canales y plazas. Su símbolo lo podríamos situar en la Oude Kerk, la iglesia más antigua de la ciudad, situada a unos pasos del famoso Barrio Rojo, otro de los puntos más atractivos de la zona.
Sin embargo hoy nosotros nos detenemos en la cercana Nieuwmarkt, una de las plazas más bulliciosas del Barrio Rojo de Amsterdam. Diseñada en el siglo XVII para albergar un mercado (de ahí su traducción en castellano, nuevo mercado) es famosa por albergar el Waag, uno de los edificios de postal de la ciudad, construido a finales del siglo XV, y su mercadillo de antigüedades todos los domingos, imprescindible si estamos con nuestros viajes Amsterdam.
A su alrededor la vida gira en torno de los cafés, bares y tiendas de antigüedades y librerías. Cada día, sea la hora que sea, la plaza se empapa de gente que va y viene. Turistas y lugareños se detienen en ella, especialmente para contemplar la silueta del Waag, antigua puerta de entrada a la ciudad, que ha sido a lo largo de los siglos residencia familiar, museo y, hoy, café-restaurante. Cenar aquí es un pequeño capricho, pero que os encantará.
Todo esto significa que siempre hay algo interesante que ver y hacer en la plaza y sus alrededores. Por aquí cerca tenemos también el Museo de Rembrandt, el Stopera o el Museo Histórico de los Judíos, además de toda la animación nocturna y social que ofrece el Barrio Rojo.
Asimismo el pintoresquismo de los canales se funde con los edificios antiguos de la plaza. Casas típicas de carácter flamenco, esas que parecen que, de un momento a otro, se van a venir abajo, disfrutan del alegre colorido visual de la Nieuwmarkt.
Os recomendaría la visita a esta plaza los sábados y domingos, día de celebración de mercadillos, pero, a decir verdad, cualquier momento de la semana es interesante para pasarse por aquí. Disfrutaréis de un ambiente genuino y social. Algo que, en definitiva, define perfectamente a Amsterdam.
Foto Vía Euro Actief