Construido en 1883, el Puente de Brooklyn en Nueva York es un triunfo de la ingeniería y uno de los monumentos más queridos y admirados en Estados Unidos. Con sus más de cien años, la mejor manera de apreciarlo, como cientos de millones de personas han hecho ya, es caminando a través de su kilométrica estrucutra. La pasarela peatonal nos permite hacer un paseo tranquilo con unas espectaculares vistas. Viajes como este valen sin duda la pena.
Construido sobre el East River, el Puente de Brooklyn une los barrios de Brooklyn y Manhattan. Al concluirse en 1885 era el puente colgante más largo del mundo, por lo que no es ninguna sorpresa que el paseo por él no sea muy corto que digamos. Si lo recorréis tranquilamente, tomaros un tiempo para deteneros, admirar las vistas y hacer algunas fotografías. Se puede llegar a tardar hasta una hora en cruzarlo.
Desde el puente obtendremos algunas de las mejores vistas de Nueva York. Veréis algunos de las rascacielos más altos de Estados Unidos, los del centro de Brooklyn, Midtown y Lower Manhattan, además de la bahía de Ellis Island, la Isla del Gobierno y la Estatua de la Libertad.
Al caer la noche, el horizonte de la ciudad cambia completamente. Los rascacielos de Nueva York proyectan una luz que hace que tengamos la oportunidad de sacar unas fotos excelentes. Para aquellos que estéis interesados en hacer una caminata más larga, podéis hacer un recorrido de ida y vuelta, dejando la ida para el día y volviendo sobre vuestros pasos de noche.
La entrada a la pasarela peatonal desde Manhattan se halla a tres calles del East River, en Center Street. La estación de metro más cercana, como era de esperar, se llama Puente de Brooklyn, a un minuto de distancia. Hay señales desde la estación de metro que nos indican hacia dónde se sitúa la entrada al puente.
Por la parte de Brooklyn hay dos entradas al puente. La más cerca es una escalera ubicada bajo el puente, en Pospect Street. Sin embargo, si por ejemplo vais en bicicleta, tendréis la entrada en la intersección de las calles Adams y Tillary. Ambas entradas están a menos de cinco minutos a pie de la estación de metro de High Street.
Ya sea que decidáis recorrer el Puente de Brooklyn desde Manhattan a Brooklyn o viceversa, o en ambas direcciones, os podemos decir que es una de las mejores experiencias que se puede tener en una ciudad llena de grandes atractivos como Nueva York.
Foto Vía Tripadvisor