Se dice que la capital francesa es la más verde de Europa, con una cuarta parte de su extensión dedicada a parques y jardines. Grandes o pequeños, formales e informales, adornan los lugares históricos que se extienden junto al río, por antiguos bosques o por vías férreas en desuso. Visitar estos parques y jardines son una de las mejores sensaciones que podemos experimentar esta primavera en París.
Quizás el favorito de los parisinos sean los Jardines de Luxemburgo, a la orilla izquierda del Sena. Cuenta con 350.000 flores y arbustos, los más grandes dentro de la ciudad. Las parejas pueden hacer un romántico paseo bajo los árboles, mientras que otros se sientan en sus jardines a jugar al ajedrez o en los bancos a contemplar pasar la vida con la calma del momento.
Hay un montón de fuentes y estatuas, entre ellas la de Santa Genoveva, patrona de París, y una pequeña estatua de la Libertad. Hay una cafetería en la que sentarnos a la sombra y contemplar los veleros del estanque, así como el Palacio de Luxemburgo, que alberga hoy el Senado francés. Los parisinos deben este oásis de paz a María de Médicis, que encargó estos jardines y el palacio en el siglo XVII, con el estilo de su Toscana natal.
Otro de los lugares elegidos por los parisinos para pasar la primavera es el Jardín de las Tullerías. Este jardín une el Museo del Louvre con la Plaza de la Concordia a lo largo del Sena. El parque fue diseñado por Le Notre, quien creó también los legendarios jardines de Versalles. El césped y las flores se ven complementados con las fuentes y las esculturas, algunas de ellas obras de Rodin y Maillol. El sur del jardín ofrece maravillosas vistas del río. En este Jardín se hallan dos museos de arte, incluyendo el Museo de l’Orangerie, que muestra obras de Claude Monet.
En el extremo este de París nos encontramos con el Bois de Vincennes, ajardinado por el Barón Haussman, arquitecto del siglo XIX francés. Haussman convirtió los antiguos terrenos de caza real en los jardines, manteniendo los bosques. Lo frecuentan corredores de footing y amantes de la bicicleta. Entre sus senderos se incluyen cuatro lagos, un zoológico, un castillo y un templo budista.
También atrae a los observadores de aves, y las familias buscan su sombra para tomar un pic nic. Hay también botes para dar un paseo con remos y exposiciones florales en Flora Park, orgullo de todos los parisinos.
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