Hoy presentamos un lugar especial, poco conocido por los europeos. Se trata de Palmira (hoy Tadmor), al sur de Damasco, concretamente a 210 kilómetros. El lugar es desde la antigüedad una ciudad oasis que alcanzó su esplendor en el siglo II y donde sus ruinas son el vivo testimonio de varias civilizaciones que encontraron cobijo aquí. Desde 1980 Tadmor es Patrimonio de la Humanidad.
Y es que un paseo por la zona nos hará revivir las épocas más prósperas de Oriente Próximo. El legado de las civilizaciones que la habitaron todavía sigue hoy día como un libro abierto, como si fuera ayer mismo, siempre bello bajo las colinas de arena de color ocre.
Babilónica, selyúcida, romana, árabe y de otras civilizaciones, este lugar siempre fue ciudad de prosperidad y por tanto de discordia. En mitad del desierto sirio aún se alza todavía las ruinas de la que fue una de las ciudades más y ricas y disputadas desde su fundación en el año 200 a.C. (aunque hay historiadores que se remontan hasta el rey Salomón, el cual fundaría la ciudad en el siglo X a.C.). El final del lugar provino, como en muchos otros sitios, por un terremoto, el cual lo destrozó en 1089.
La colina que se alza en frente de las murallas de Palmira aloja uno de sus monumentos más famosos y venerados, a saber, el templo babilónico dedicado al dios Bel o Baal. De hecho resistió más o menos incólume hasta entrado el siglo XV y, en la actualidad, es uno de los vestigios más bien conservados e impresionantes de Palmira por la solemnidad de sus tallas en roca.
También nos podremos fijar en el Valle de las Tumbas, lugar que posee diversos frescos y relieves que recuerdan el hipogeo de los Tres Hermanos, una de las cámaras funerarias más ricas. La mayoría de los retratos tallados se encuentran hoy día expoliados en diversos museos, pero el paisaje es tan sobrecogedor e incluso interesante que nadie habla sin tener miedo a la palabra en este lugar.
Así pues, vemos que Palmira o Tadmor da mucho de sí, por lo que lo mejor que podemos hacer es dejarnos llevar por el impulso y acabar viéndolo por nuestros propios ojos. Si vamos a hacer un viaje por esta parte de oriente, es un lugar que no se puede dejar de visitar, un lugar imprescindible.
Foto Vía:Yvonnefm