No es casualidad que la historia de la República Checa sea como mínimo agitada. Su ubicación en el corazón de Europa le ha valido ser escenario de discordia de Occidente y Oriente. Así, sus luchas pasadas se convierten hoy día en lugares interesantes que visitar, lugares que con alojamiento en hoteles con encanto, podemos visitar con mucho interés.
La agitada historia de la República Checa comenzó ya en la antigüedad. Tanto el imperio bizantino como el romano hicieron largas luchas para conseguir Bohemia, una historia que estará plagado de batalla hasta hace pocos años. Tanto los castillos góticos como las fortalezas de la Segunda Guerra Mundial son fiel reflejo de esta agitada historia. No obstante, la República Checa vive hoy en paz, y puede mirar hacia atrás y fijar su atención en la historia a través de una herencia cultural muy presente en museos y, cómo no, en los numerosos monumentos de la UNESCO.
Sin duda, uno de los edificios más representativos de la República Checa son los castillos y palacios. Podemos decir que el primer tipo de edificio monumental nos recuerda una desasosegada Edad Media, un tiempo de continuas luchas. Los palacios en cambio dan recuerdos de la hermosa vida, de la abundancia en la que vivían los linajes nobles del territorio. Mientras que los castillos asombran por la espectaculareidad y la funcionalidad, los palacios nos sorprenderán por su abundancia.
Así, si somos fanáticos de este tipo de edificaciones, República Checa es un destino imperdible, un lugar donde se ubican más de 2.000 castillos y palacios. En los monumentos más famosos encontraremos aún muestras de la vida de entonces, se representan duelos de caballeros, espectáculos de todo tipo e incluso ferias y mercados medievales que nos ofrecen una interesante posibilidad de comprar productos tradicionales.
Si nos parece poco, y deseamos conocer más a fondo cómo se vivía antaño en el territorio que hoy ocupa la República Checa, es interesante saber que hay varios proyectos de historia viva donde grupos de aficionados se dedican a construir los oppida eslavos de forma tradicional y en los lugares donde se ubicaban antiguamente. Ejemplos de ello podemos encontrarlos en Chotěbuz-Podoboř o Netolice en Šumava.
Foto Vía: poco a poco