Londres, una de las grandes capitales europeas, es entre otras cosas un magnífico destino para ir de compras. Vais a encontrar tiendas, centros comerciales y mercadillos para todos los gustos y para todos los bolsillos. Hoy precisamente os proponemos que os vengáis con nosotros a uno de los principales rincones del mundo de las compras en esta ciudad.
Oxford Street, con sus más de 300 tiendas, está considerada la calle comercial más grande del mundo. Tiene algo más de dos kilómetros de longitud y va desde Marble Arch hasta el Edificio de Centre Point. A su vez es una calle con historia, ya que en sus orígenes se trataba de un antiguo camino romano que unía Hampshire con Colchester, aunque no tomó su nombre actual hasta el siglo XVIII, cuando muchos de los campos colindantes fueron comprados por el Conde de Oxford.
Si estáis pensando ver hoteles en Londres online y os queréis alojar cerca seguro que pasearéis por esta calle en infinidad de ocasiones. Desde finales del siglo XIX y principios del XX viene siendo una calle conocida precisamente por su ambiente comercial. Joyerías, restaurantes, centros comerciales, tiendas de moda, souvenirs… sea lo que sea lo vais a poder encontrar aquí. Además, incluso siendo la calle comercial más conocida de la ciudad, no es la más cara.
Una de las tiendas más señoriales es la de Selfridges, ubicada en este mismo lugar desde 1909 y en la actualidad la más grande de Oxford Street. Aseguran que los londinenses que sus escaparates han resultado ser siempre toda una obra de arte. Hoy ya hay algunos en esta misma calle que compiten con ellos en llamar la atención, pero los de Selfridges tendrán siempre el reconocimiento de ser los primeros que mostraron un televisor a la venta en el Reino Unido.
No hay un orden establecido en las tiendas de Oxford Street, aunque sí os daréis cuenta que a medida que os acercáis a Tottenham Court Road aparecen muchas más tiendas de electrónica que de moda. Hablando de estas últimas, imaginaos cómo debe ponerse toda esta calle en las famosas rebajas o durante las fechas de Navidad. Por cierto, toda la calle se ilumina con la llegada de esa festividad dándole un cariz mucho más agradable.
Ni que decir tiene que, aunque no os gusten en demasía las compras, debéis pasear por Oxford Street para vivir al menos su ambiente. Una experiencia que bien merece la pena.
Foto Vía Illamasqua