A los pies del Parque Natural Montes Obarenes – San Zadornil se encuentra el pequeño pueblo de Oña, setenta kilómetros al norte de Burgos. Una villa de gran importancia durante la Edad Media situada en un hermoso paraje natural a orillas del río Oca, afluente del Ebro.
Oña siempre ha estado ligada a la gran importancia e influencia de su Monasterio de San Salvador, uno de los más influyentes de todo el reino de Castilla. Una poderosa abadía benedictina fundada a comienzos del siglo XI, aunque su aspecto actual nos lleve más bien a finales del XV. Es sin lugar a dudas el monumento más destacado de este enclave y por el que merece la pena pasar un fin de semana de descanso.
Si nos adentramos precisamente en esta abadía encontraremos una hermosa iglesia del siglo XIII. Su aspecto a primera vista gótico esconde ciertos detalles románicos. Hay que destacar en ella algunos elementos muy interesantes, como una serie de pinturas murales del siglo XIII, un crucifijo románico, el altar mayor con tablas flamencas del XV, la sillería gótica del coro (data de finales del XV), los sepulcros de diversos reyes y condes castellanos, la capilla de San Íñigo, ya del siglo XVIII, y la sacristía.
Para completar el recorrido por la abadía hay que detenerse también en el claustro, la parte más baja realizada en el siglo XVI y el piso superior en el XVII, y sobre todo en su magnífica fachada renacentista y barroca del XVII y el pórtico anterior adornado con estatuas de diferentes reyes.
Tras la visita al monasterio hemos de dar un pequeño paseo por el centro histórico de Oña. Podemos comenzar en la Plaza del Ayuntamiento para ver la Iglesia de San Juan Bautista, erigida entre los siglos XII y XVI. Junto a la iglesia vemos la Torre de San Juan y que alberga hoy el Museo de la Resina y un mirador en la parte más alta para disfrutar de las mejores vistas tanto de Oña como de los alrededores.
Por último hay que perderse por la calle Barruso para callejear por la antigua judería medieval. Tanto en esta calle como en sus aledañas pueden verse aún viejas fachadas de la época medieval.
Oña es un magnífico destino para una escapada de fin de semana rural y de relax. Nada mejor por tanto que perderse en el corazón del antiguo reino de Castilla en busca de pequeñas joyas como esta.
Foto Vía La Morcidlla