Con una población de unos 350.000 habitantes, Niza es un centro turístico de la Riviera francesa. De hecho, es el segundo destino turístico más popular de toda Francia, por detrás de París. Por lo que tiene también el segundo aeropuerto más frecuentado del país. Así es fácil entonces encontrar hoteles en Niza, a todos los precios y a todos los gustos.
Niza es un destino cosmopolita que atrae a turistas de todas las nacionalidades. La ciudad ofrece un lugar elegante de vacaciones, con grandes hoteles, plazas ajardinadas con clásicas fuentes del siglo XIX, tiendas, clubes nocturnos u muchos cafés y restaurantes de lujo para disfrutar.
Además de las playas, Niza tiene otros muchos lugares para pasarlo bien. El famoso Promenade des Anglais discurre a lo largo de la bahía, y siempre está animado y lleno de gente. En cualquier época del año se puede ver gente en las tumbonas tomando un cóctel. Hay una gran variedad de restaurantes también donde sentarse a comer.
Los museos y galerías de Niza también pueden depararnos pasar un día de entretenimiento. Tres de los mejores museos son el Museo Matisse, el Museo Chagall y el Museo de Bellas Artes, donde se puede ver el molde de yeso original del que salió la escultura de El Beso, de Rodin.
Otro de los grandes atractivos de la ciudad es el famoso Mercado de las Flores de Cours Saleya. La plaza está repleta de cafés, tiendas de souvenirs y stands donde se venden flores. El casco antiguo de Niza es también un lugar muy animado para ir de compras y hacer turismo. Disfrutaréis de sus muchas calles pintorescas y serpenteantes, callejones y casas interesantes.
Niza es conocida también por sus helados y un gran lugar para saborear todos su sabores, como el famoso Glaciar Fenocchio, frente a la Catedral del siglo XVII. La zona peatonal de Niza es otro gran lugar para ir de tiendas y disfrutar de sus artistas callejeros. Tomaros allí un café y almorzar en algunos de sus maravillosos restaurantes. Aún así, hay que tener en cuenta que Niza no es un lugar muy barato que digamos.
Foto Vía Bugbog