Imaginaros lo que podría ser visitar en estas fechas la Iglesia de la Natividad en Belén, lugar de nacimiento de Jesucristo. Realmente debe ser muy emocionante a la par que histórico. A pesar de su proximidad a la capital de Israel, Belén entra dentro de los límites de los territorios palestinos. La ciudad siempre se recoge de manera emocional cuando llegan estas fechas, y un gran número de visitantes se acercan para vivir con intensidad la Navidad.
Hay muchas compañías que en estos meses ofrecen numerosos tours por Israel. Todos ellos sin excepción incluyen una visita a Belén, aunque sólo por unas pocas horas, antes del regreso a Jerusalén. Así que si queréis pasar algún día más en la ciudad, lo mejor es organizar el viaje por nuestra propia cuenta.
Para la mayoría de los turistas, un viaje a Tierra Santa se presenta como una oportunidad única en el mundo. Hay una serie de hoteles en Belén que nos permiten, como decimos, permanecer más tiempo en la ciudad.
Belén es famosa sin duda por su Iglesia de la Natividad, originalmente construida en el siglo IV, exactamente en el lugar donde la Virgen María dio a luz a Jesús. Hoy en día está controlada por tres confesiones cristianas: la Iglesia armenia, la Iglesia ortodoxa griega, y la Iglesia católica romana.
Los visitantes también se acercan con devoción hasta la tumba de Raquel, que marca el lugar donde exacto donde murió la matriarca del pueblo judío, esposa de Jacob y madre de Benjamín y José. De allí podemos pasar al Centro del Patrimonio Palestino, una oportunidad única de explorar y comprender un poco sobre el folklore palestino. Tiene exposiciones de patrimonio, trajes tradicionales y una tienda de campaña beduina.
Muchos estaréis preguntándoos por la seguridad que hoy en día ofrece un viaje hasta Belén. La mayoría de los países siempre advierten y aconsejan no viajar hasta estos territorios, con excepción de Belén, Ramallah, Jericó y el valle del Jordán. A pesar de todo, hay que mantener siempre un nivel de vigilancia alto para todo.
La ciudad está hoy rodeada por un muro de seguridad de ocho metros de altura que separa el este de Jerusalén de Belén. En consecuencia, deberemos siempre pasar unos exhaustivos controles policiales de seguridad antes de ser autorizados a entrar y salir de la ciudad.
El día de Navidad, de todas maneras, el turismo es masivo en Belén, y el gobierno israelí ofrece autobuses gratuitos desde Jerusalén hasta las ciudad. Yo os recomendaría aseguraros antes y hacer una reserva anticipada, comprobando si hay disponibilidad en los hoteles de Belén. Es la mejor manera de pasar unas vacaciones de Navidad intensas y emocionantes.
Foto 1: Vía Recoveredscience
Foto 2: Vía Sacred-destinations