Navidad en Marrakech

Navidad en Marrakech 2

Me encantan las tradiciones y, cuando me lo propusieron, no sabía si aceptar o no. No pensaba que pasar unas Navidades en Marrakech fueran tan interesantes. Una vez que volvimos del viaje supe que habíamos acertado con la decisión. Es una situación distinta, pero el ambiente mágico de la ciudad lo compensa todo.

No esperaros ni mucho menos ni cenas con pavos, ni villancicos ni nada de alcohol. En cambio la ciudad se llena de otros olores y sabores, otro colorido distinto del que estamos acostumbrados en las navidades europeas. La silueta de Marrakech con el horizonte de fondo de las montañas nevadas del Atlas no se puede olvidar nunca.

La Plaza Djemaa el Fna es el corazón de la ciudad. Acercaros bien temprano por la mañana, para ver cómo los vendedores van colocando sus puestos. Poco a poco se va llenando de turistas, juglares, encantadores de serpientes, bailarines y todo tipo de personajes. Imposible salir de aquel bullicio tan variopinto.

Por la noche la plaza se llena de luz y el olor de los puestos de dulces, castañas y el café y las comidas de los restaurantes cercanos. No hay nada mejor que pasar la cena de Navidad en esta plaza.

El laberinto de callejones del Zoco de Marrakech es otra explosión de olores y colores para los sentidos. Es aquí donde la gente de Marrakech viene para hacer sus compras de Navidad. El bullicio es abrumador… No perderos el zoco de los tintoreros, donde se tiñen las lanas y las pieles. Para llegar sólo hay que seguir el fuerte olor que desprende la zona.

A la caída de la tarde lo mejor es pasear en coche de caballos por Marrakech. Os llevarán por los alrededores de la muralla, con una visita al Palmerie, un palmeral enorme que, desgraciadamente, está siendo últimamente trasladado al turismo de los campos de golf. Otra alternativa es dar un paseo a bordo del autobús turístico.

No podéis perderos los Jardines Majorelle, tal vez los más bonitos de la ciudad, con sus cactus, palmeras, fuentes y estanques, todo ello decorado en azul.

Marrakech en Navidad es descubrir algo distinto a lo que siempre estamos acostumbrados a vivir. Nada de mercadillos navideños, ni luces de Navidad, nada de villancicos ni árboles, ni chimeneas por las que baja Santa Claus o camellos con tres Reyes Magos. Es una magia distinta la que se advierte, ¡queréis venir a descubrirla?.

Foto Vía On the Go Tours