Napolés y sus castillos

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Las fortalezas siempre han sido monumentos que han despertado un gran interés entre los turistas de todo el mundo, de ahí que en muchas urbes existan rutas que permitan conocer a fondo las más significativas.

En el caso de que tú seas un apasionado de este tipo de construcciones te recomendamos que aproveches tus próximas vacaciones para visitar la ciudad italiana de Nápoles y es que en ella existen importantes castillos que cuentan con un gran valor y belleza.

Así, por ejemplo, destaca entre todos ellos el Castillo Maschio Angioino, también conocido como Torreón de los Anjou. El primer monarca de la citada dinastía, Carlos I de Anjou, fue quien ordenó poner en pie esta construcción en la segunda mitad del siglo XIII. Sus cinco torres, su arco del triunfo y la majestuosidad de estancias tales como la Sala de los Barones son tres de los principales atractivos de esta fortaleza que tiene el honor de haber hospedado en el pasado a personajes tan insignes como el escritor Petrarca.

Un rey aquel al que también se atribuye la puesta en pie del Castillo Sant´Elmo en el siglo XIII. En la colina del Vomero es donde se encuentra situado concretamente aquel que tiene como una de sus señas de identidad el hecho de haber ejercido como escenario de la acción de la República Napolitana en contra de la ocupación de los Borbones.

El Castillo dell´Ovo, que viene a traducirse como Castillo del Huevo, es otra de las fortificaciones más interesantes que tiene Nápoles. En el siglo V parece ser que se encuentra el origen de la misma, sita el islote de Megaride, que tiene dicho nombre porque según la leyenda es un huevo el que se encarga de soportar toda la estructura que posee aquella.

A estas fortalezas habría que añadir otras igualmente significativas como el Castillo Capuano que fue construido por orden del primer rey del reino de Nápoles, Guillermo I de Sicilia.