Uno de los mejores y más influyentes pintores a lo largo del siglo XIX y de toda la historia del arte en general es el holandés Vincent Van Gogh. Y es que el mismo y su forma de pintar y de entender a aquel hicieron que con el paso del tiempo se convirtiera en un auténtico referente tanto para los fauvistas como para los expresionistas.
En el caso de que te consideres un ferviente admirador de este artista o si tienes curiosidad por descubrirlo a fondo y te encuentras disfrutando de unos días en la ciudad de Ámsterdam tienes la oportunidad de conseguirlo llevando a cabo una visita al Museo Van Gogh.
En el año 1973 fue concretamente cuando abrió sus puertas este centro cultural, conformado por dos edificios que contaron con los trabajos de Gerrit Rietveld y Kisho Kurokawa.
Una vez en él debes estar preparado para disfrutar de una amplísima colección de uno de los mejores artistas de todos los tiempos que, a pesar de todo, en vida sólo consiguió vender algunos de sus cuadros y otros los fue regalando.
No obstante, en este museo de Ámsterdam se exponen más de cuatrocientos dibujos realizados por la figura que nos ocupa y un total de doscientos cuadros entre los que se encuentran algunos de los más conocidos como sería el caso, por ejemplo, de una versión de “Los girasoles” o de “Los comedores de patatas” (1885).
Todo ello sin olvidar una amplia colección de cartas escritas del puño y letra de Van Gogh.
Pero no sólo eso. Además visitar este centro cultural te dará la posibilidad de disfrutar también de pinturas de otros magníficos artistas que fueron siendo coleccionadas por el hermano de Vincent, Theo. En concreto, la colección está conformada por obras de Monet, Gaughin, Breton, Manet, Seurat o Toulouse-Lautrec.