Chile, donde no nos tendremos que preocupar en encontrar hoteles baratos, es uno de los países que más está haciendo en lo que al turismo se refiere. Ubicado a lo largo de más de 4000 kilómetros de Sudamerica, posee una diversidad paisajística única en el mundo, ya que acoge desde uno de los desiertos más áridos en el norte hasta una de las regiones heladas más inhóspitas en el sur. No en vano, a la Patagonia chilena se le ha venido llamando el «Fin del Mundo«. Por otro lado, más allá de sus hermosos parajes de norte a sur, el país está realizando un gran esfuerzo por atraer turistas también a un nivel cultural.
En este contexto se ubica el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Santiago de Chile, el museo público más reciente de la capital chilena y lugar donde podremos conocer las violaciones a los derechos humanos que se realizaron, por parte del Estado de Chile durante la dictadura del General Augusto Pinochet entre el año 1973 y 19990. El objetivo del museo es dignificar a las víctimas y sus allegados, así como estimular la reflexión sobre la importancia del respeto mutuo para que hechos semejantes nunca más vuelvan a ocurrir.
Inaugurado en enero de 2010, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos se ha convertido en uno de los lugares más visitados tanto por turistas como por ciudadanos de Santiago y de Chile, hecho que demuestra su interés e importancia. Además, su ubicación en Santiago Poniente, concretamente en la calle Matucana, pretende potenciar el circuito cultural de la zona.
Pese a que el mensaje del museo sea duro, sus instalaciones museográficas ayudan a entender lo que el museo quiere decir de forma entretenida y dinámica, adaptada a los nuevos tiempos y muy lejano a los típicos museos donde se expone el objeto y un panel informativo demasiado largo. El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos es un museo entretenido pero duro, interesantísimo para todo aquel que quiera conocer parte de la historia de Chile (y desgraciadamente de otros muchos lugares del mundo).
Foto Vía: mollymazilu