Barcelona es una ciudad para recorrerla, y qué mejor que recorrerla en su transporte público, preparado para las exigencias de una ciudad dinámica. Si estamos en uno de los hoteles de Barcelona la mejor opción para moverse por la ciudad es con el transporte público.
Sin duda la mejor, más rápida y económica opción es el metro. El metro de Barcelona posee una red extensa y llega a casi todos rincones de la ciudad. Una de sus ventajas, a diferencia de lo que ocurre en otros metros como el de Londres, es que el billete no nos costará la distancia ni los transbordos que relaicemos, pues un viaje siempre nos costará el precio de un billete sencillo.
La contra es que el billete es un poco caro y que siempre hay que vigilar con los bolsos y las carteras. En el metro de Barcelona hay carteristas muy hábiles pero no violentos, por lo que si damos buena cuenta de lo que llevamos no nos ocurrirá nada. Puedes pedir un plano en las taquillas del metro.
Otra de las opciones es el autobús. La ciudad de Barcelona posee un par de centenar de líneas que nos llevarán a cualquier rincón de la ciudad. Aún así, y pese a ser necesario para los habitantes del lugar, no es muy útil para los turistas.
En cuanto al taxi, es sin duda el transporte no púbico más fácil y cómodo y a veces merece la pena cogerlo, sobre todo de noche. Los taxistas de Barcelona cobran por distancia y no por tiempo, por lo que siempre tratarán de evitar las vías más colapsadas, es decir, el transporte rápido está asegurado.
En cuanto al transporte turístico, en Barcelona podemos encontrar unos cuantos. La primera y más importante es el Bus Turístico, el cual posee varias rutas que nos llevarán a conocer la ciudad en varias de sus facetas y, por qué no, es una de las mejores maneras de ver lo que hay que ver en Barcelona si estamos por pocos días.
Otro transporte turístico interesante es el teleférico, el cual nos lleva desde los jardines de Miramar, nos da una vuelta por el aire de Barcelona hasta el puerto y vuelve a los jardines. El último y de obligada mención es el funicular de Montjuic, con el que también podremos ver Barcelona a vista de pájaro.
Foto Vía: Carlos L’H