Bosnia es un país que comienza a surgir de su apagón turístico. La terrible Guerra de los Balcanes que lo sumió en la nada para los viajes de placer es hoy un recuerdo triste, a veces imborrable, pero que vive ya en el pasado. Solo hay que acercarse unos días a la bellísima ciudad de Mostar para darse cuenta que los turistas han vuelto por aquí.
A pesar de estar situada en Bosnia, la mayoría de los habitantes de Mostar son croatas. Situada a orillas del río Neretva, una de sus principales atracciones, es la quinta ciudad más grande de Bosnia. Su historia y su patrimonio monumental la convierten en una perla con encanto.
Su imagen más simbólica es la del puente otomano que cruza el río Neretva. Curiosamente el que hoy vemos no es el original, ya que fue destruido, sino una hermosa y similar reconstrucción. Y todo porque Mostar fue una de las ciudades más bombardeadas durante la Guerra de los Balcanes. Serbios y musulmanes la empaparon de dolor con su artillería. Precisamente el puente viejo, el Stari Most del que toma el nombre la ciudad, fue destruido bajo las bombas.
Este Puente Viejo, cuyo original fue construido por los otomanos a mediados del siglo XVI, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, así como otros edificios también levantados por los turcos. La mayoría de las casas de su centro histórico son precisamente de aquella época. No debéis dejar de visitar la Casa Muslibegovica, el Museo de Historia de Herzegovina, la Mezquita Koski Mehmed Pasha o la de Karadjoz-Bey.
Aprovechando el río Neretva, en Mostar hay un club de buceo que os permite la posibilidad de sumergiros en las cristalinas aguas de este río. Resulta un placer pasear por el centro histórico de Mostar, descubriendo sus callejuelas, sus pequeños cafés y terrazas y comprando algo de artesanía en las tiendas.
Tanto la hermosa vista de Mostar desde el puente, como el serpenteo del río Neretva y la estampa del Puente Viejo son los grandes atractivos de una ciudad que ha dejado atrás su terrible pasado. Hoy Mostar se llena de turistas y bullicio. Vale la pena descubrir esta pequeña joya bosnia.