Una de las localidades más afamadas de la conocida Costa Blanca es Calpe. Se trata de una ciudad de la provincia de Alicante que cuenta con una serie de rincones de gran belleza como sería el caso del Peñón de Ifach, símbolo de la misma, que es una formación rocosa que se erige a 332 metros de altura.
No obstante, además de este espacio natural y de sus playas majestuosas, la población también merece ser visitada por el conjunto de monumentos arquitectónicos que posee. Entre los mismos destacaríamos los siguientes:
- Castillo. De origen musulmán es esta fortaleza del siglo XVI que se puso en pie con el claro objetivo de poder repeler los ataques de piratas.
- Ermita del Salvador. De marcado estilo gótico es dicho templo que se construyó en el siglo XVIII y que, a lo largo del tiempo, se ha sometido a distintas remodelaciones.
- Casa Nueva. A finales del siglo XVII parece ser que fue cuando se decidió erigir esta edificación que ejerce como un perfecto ejemplo de lo que sería la arquitectura civil popular, la propia de las masías. En piedra se construyó aquella donde toman protagonismo tanto los patios como las zonas destinadas únicamente al trabajo.
- Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Dentro del conjunto monumental de Calpe hay que destacar a este templo que se encuentra enclavado en pleno casco histórico. En él sobresalen especialmente el conjunto de sus vidrieras y las pinturas murales que posee.
- Baños de la Reina. En el siglo IV parece ser que fue cuando se llevó a cabo la construcción de este conjunto de viveros que funcionaron como lugar de almacenamiento de pescados vivos para poder alimentar a la población.