El Principado de Mónaco apenas cuenta con 31.000 habitantes, convirtiéndose en la segunda región independiente más pequeña del mundo, tras el Vaticano. Sin embargo, a pesar de su pequeñez ofrece al turista un gran número de atractivos. El glamour se derrama en los coches deportivos, los yates del puerto, las lujosas villas y las tiendas exclusivas. No hay lugar en este principado que se nos deba escapar de los sentidos.
Aquí incluso hasta un casino es sinónimo de belleza y exclusividad. Mónaco es una magnífica excursión para los que tengan pensado reservar alguno de los cruceros por el Mediterráneo que surgen en estas fechas. La riqueza y el lujo se combinan perfectamente con el centro histórico, el Monaco Ville. El bullicio y las fiestas con la tranquilidad y el sosiego del Jardín Exótico o el Jardín Japonés. Mónaco ofrece un espacio para todos.
Monaco Ville, el centro histórico, es el inicio de nuestra visita al principado. Posiblemente el edificio más destacado aquí sea el Palacio del Príncipe, residencia oficial del Príncipe de Mónaco, que, con su apariencia fortificada podemos decir que tiene un estilo único en Europa. El paseo por la zona nos ha de llevar también a conocer la Catedral de Mónaco, el Museo Oceanográfico y el Acuario, así como algunas de las tiendas y restaurantes más exclusivos.
Hablando de lujo y exclusividad, el Casino de Montecarlo es una de las imágenes más fotografiadas del principado. El edificio actual fue construido a mediados del siglo XIX y tanto su estilo como su decoración marcan el glamour de la ciudad. Se puede visitar todos los días de forma gratuita, pero para entrar hay que ir correctamente vestidos. Curiosamente los ciudadanos de Mónaco no pueden entrar en las salas de juego.
Donde sí pueden acceder, claro está, es al lujo y el glamour del puerto deportivo. ¿Os imagináis encontrar aquí a algunas de las grandes celebridades del momento? Pues no resulta demasiado difícil, especialmente durante el verano. La gente rica tiene allí instalados sus yates y, claro, aunque pueda parecer lo contrario les gusta que les vean dentro de su hábitat de lujo. Un paseo por el puerto es más que imprescindible.
Ya de paso concluimos la velada turística en la Avenida San Martín, en la que precisamente se halla la Catedral de Mónaco. En su interior está enterrada la Princesa Grace. El Jardín Exótico y el Jardín Japonés, junto con la Playa de Larvotto, serían los últimos atractivos que os podemos recomendar del principado.
Foto Vía The Wine Cellar Insider
