Milán, el lujo de la historia y la moda

Catedral de Milán

Nunca podrá estar completa una visita a Italia si no nos acercamos hasta la ciudad de Milán, el centro internacional de la moda. Milán está situada en la región septentrional de Lombardía, y ha tenido una historia dominada por romanos, españoles y austríacos. Su proximidad europea le ha hecho ser la ciudad más multicultural del sur de Italia.

Hay pocos lugares en el mundo donde las compras y los restaurantes pueden considerarse casi una experiencia religiosa. Las boutiques de Milán ofrecen algunas de los estilos más exquisitos y exclusivos, siempre en la vanguardia de los diseños. En Milán podréis comprobrar lo último para decorar por ejemplo vuestra casa.

Brera es la zona comercial más elitista y sofisticada, situada en una zona céntrica y que alberga también la Pinacoteca de Brera, una de las colecciones más codiciadas de Europa. Después de todo esto, una cena al aire libre en Osso Buco supondrá el mayor de los placeres. Probad los vinos de la Lombardía , en particular los de la región de Brescia, los mejores vinos de mesa de Italia.

El hiper moderno entorno de Milán se ve acompañado de una rica historia que se remonta al 600 a.C, cuando llegaron los celtas. Milan se encontraba en la parte occidental del Imperio Romano, y supuso el alma del Renacimiento, conquistada por Francia y los Habsburgo. Obtuvo su independencia en el siglo XVIII, junto con la creación del Estado italiano.

Es importante tomar nota de que Milán, como núcleo industrial de Mussolini, fue fuertemente bombardeada en la Segunda Guerra Mundial, por lo que casi se puede decir que es un milagro que en sus casi 1600 años de edad se mantenga en pie el centro de la ciudad.

El viaje a Milán debe incluir una visita a la Catedral, que domina el centro de la ciudad como la cuarta iglesia más grande del mundo. Fue construida en el siglo XIV, coronada por su aguja más alta, la Madonnina. También se encuentra en Milán el Cenáculo Vinciano, la Iglesia-Convento de Santa María de la Gracia, donde Leonardo da Vinci cubrió una pared con su Última Cena.

Cerca de allí el famoso Teatro de la Scala, uno de los mayores teatros de ópera del mundo. Hay que asistir, si se puede, a algún concierto para sentir la verdadera emoción de un gran teatro. El Teatro y el Museo del Teatro están abiertos al público para las visitas guiadas. Por último podéis dar un paseo a lo largo de las columnas de San Lorenzo, restos romanos de un templo del siglo II.

Así pues, no dejéis de visitar Milán. La experiencia es única. Podéis echar un vistazo a la guía de Milán para preparar vuestro viaje.