Islas Maldivas se venden en el mundo como el último paraíso de la tierra, el último reducto de playas paradisíacas y entorno hermoso sin el golpe definitivo que el turismo ha dado en otros lugares. Si vamos de vacaciones Maldivas podremos juzgar si es verdad o se exagera un poco.
Las Maldivas se sitúan en pleno corazón del Oceáno Índico en un remoto y lejano medio del Océano, rodeado de agua cristalina y una paz esperanzadora. El primer lugar que visitaremos será seguramente Malé, su capital, una bonita y curiosa ciudad cosmopolita el cual contrasta de sobremanera con un entorno natural increíblemente aún virgen y con paradisíacas playas de arena blanca. Más allá de las costas que parecen no acabar nunca, si en algo son famosas las Islas Maldivas es por el submarinismo, y es que estar en el centro del Océano Índico alguna ventaja tendría que tener.
Podemos practicar el submarinismo disfrutando de unas hermosas y transparentes aguas que albergan más de 700 especies marinas diferentes. Si somos amantes de la biología que se esconde bajo el mar este es nuestro paraíso, nuestro lugar, el rincón del mundo que más nos sentirá ser como Jacques Costeau.
No obstante, no sólo la naturaleza es explendorosa en las Maldivas. En Malé, la capital, podremos encontrar unos cuantos monumentos que, a priori, islas de este tipo no suelen tener. Por ejemplo podremos ver y visitar la Gran Mezquita con una cúpula dorada, así como el mercado o el Palacio Nacional. Aquí viven alrededor de 75.000 personas y se trata de la ciudad más moderna de toda las Maldivas.
En fin, quizás tengan razón los que dicen que las Maldivas sean el único paraíso terrenal que aún sobrevive en el mundo, no en vano, este archipiélago de nada menos que 1000 pequeñas islas, es decir, miles de rincones donde perdernos y disfrutar de la paz, de la tranquilidad y del océano.
Foto Vía: César García Pont