Lugares románticos en Budapest

Budapest
El Danubio a su paso por Budapest

Muy poco queda ya para celebrar un nuevo Día de San Valentín, una oportunidad inmejorable para darnos una pequeña escapada con nuestra pareja. Por excusas no serán para viajar, y en este caso os invitamos a conocer Budapest, y más en concreto algunos de sus rincones más románticos para disfrutar en estas fechas dedicadas especialmente a los enamorados.

Si estáis mirando ofertas de vuelos a Budapest para esa escapada de amor, la capital húngara es uno de los destinos más sugerentes de Europa. ¿A que a todos os suena lo de los candados para sellar nuestro amor? Pues en esta ciudad la tradición se cumple en el Love Lock Park en la Plaza Erzsebet, no muy lejos del famoso Puente de las Cadenas. Tomad un candado, escribid en él vuestros nombres y tirad la llave al Danubio en señal de amor eterno.

Budapest es también una ciudad en la que abundan los balnearios de aguas termales. Nada más romántico que acercarse en pareja hasta los Baños de Szechenyi, los baños medicinales más grandes de Europa, y en donde se permiten que los enamorados se bañen juntos (algo que en muchos baños no se permite).

Otro de los grandes rincones y monumentos románticos de Budapest es el Bastión de los Pescadores, situado frente al Parlamento, al otro lado del Danubio. Construido en el siglo XIX, se trata de un maravilloso castillo con siete torres que representan las siete tribus que fundaron Hungría. A primera vista parece un castillo de cuento de hadas, especialmente de noche, cuando con la iluminación se torna mucho más romántico.

A esta hora el paseo a orillas del Danubio es otro de los imprescindibles románticos en la ciudad. El Puente de las Cadenas, el Castillo de Buda iluminado al fondo y, cómo no, disfrutando de una cena en uno de los pequeños cruceros que recorren el río. Si el tiempo lo permite será una velada maravillosa e inolvidable.

Budapest ofrece una gran cantidad de encantos para los enamorados. Los árboles de sus largas avenidas, el empedrado nostálgico de sus calles, los cafés y las pastelerías que muestran en sus escaparates las delicias gastronómicas de este día, el olor de las floristerías del casco antiguo… Y, porqué no, para los amantes de la música clásica asistir a una ópera en la Ópera de Budapest, la tercera mejor acústica de Europa tras la Scala de Milán y la Ópera Garnier de París.

¿Os apuntáis a Budapest en San Valentín?

Foto Vía Eurovacaciones